La llegada del verano, con su consecuente cambio de temperaturas y de hábitos, acaba resistiendo la salud de nuestros pies. Los roces, las ampollas o el exceso de sudoración pueden jugarnos una mala pasada si no contamos con el calzado adecuado. Lucir unos pies sanos y bonitos en verano es posible siempre que tengamos en cuenta algunos cuidados básicos como una buena nutrición y exfoliación de las extremidades. Sin embargo, ¿qué ocurre cuándo realizamos trekking? Tras largas caminatas entre senderos y montañas, ¿cómo podemos cuidar de la salud de nuestros pies sin dejar atrás ni un solo kilómetro?
Durante el periodo vacacional, muchas personas aprovechan los días libres para salir a caminar por la montaña, los bosques o los ríos. El trekking o excursionismo —que no debemos confundir con el senderismo— es una modalidad física que requiere mayor esfuerzo y, por lo tanto, contar con el equipamiento adecuado para andar por los espacios naturales.
Por ejemplo, en esta actividad física es importante usar un calzado con buena sujeción que nos permita disfrutar de la caminata sin que nuestros pies sufran con el uso de sandalias o chanclas, evitando las posibles rozaduras. Por el contrario, el calor, andar descalzos, el uso de calzado sin fijación o una incorrecta higiene pueden provocar daños en nuestros pies.

Proteger, cuidar y recuperar nuestras extremidades no solo es esencial en nuestro día a día, sino también durante las vacaciones. Más aún cuando nuestra misión es la de recorrer cientos de kilómetros durante varios días. Es lo que ocurre en peregrinaciones como el Camino de Santiago, que este 2021 celebra el Año Santo con miles de caminantes llegando de una etapa a otra.
A este tipo de rutas se suman muchos otros viajeros que este año, debido a la incidencia de contagios todavía presente a causa de la Covid-19, ya han apostado por el turismo nacional como una manera de disfrutar de entornos todavía inexplorados y llenos de encanto.
Si tú también eres de aquellos a los que les encantan las aventuras, como las rutas en bicicleta, o los senderos interminables frente a grandes montañas, entonces debes prestar especial atención al cuidado de tus pies; evitar heridas, rozaduras, verrugas, mal olor, pies cansados, ampollas, etc.
Un buen paseo a lo ancho de una senda nunca está reñido con la salud de nuestras extremidades. Así, para lucir unos pies sanos y cuidados mientras haces trekking, te dejamos con algunos consejos que sí o sí te ayudarán a disfrutar del paisaje mientras caminas libre y cómoda.