Ahora no dejamos de escuchar hablar sobre los beneficios del aceite de oliva en una dieta saludable, pero lo que quizá no sepamos es que hace miles de años ya se usaba en las rutinas de belleza.
Grandes civilizaciones como la egipcia lo empleaban como ingrediente en sus perfumes y ungüentos, mientras que otras como la griega o la romana lo utilizaba para tonificar la musculatura de atletas y luchadores olímpicos.
Y es que los tratamientos con aceite de oliva permiten conservar los antioxidantes naturales, aportan vitamina E y, gracias a su alto contenido en ácido oleico, ayudan a mantener una piel hidratada y a retrasar su envejecimiento.
No en vano, el llamado 'oro líquido' se incluye hoy en día en un gran número de mascarillas para el cabello, cremas hidratantes y otros tratamientos para fortalecer las cutículas. Y también se utiliza como cosmético casero.
El aceite de oliva puede servir como reparador del cabello más castigado y sin brillo, pero también como hidratante corporal o exfoliante. Aplicarlo directamente sobre los muslos o la barriga de las mujeres embarazadas ayuda a evitar la aparición de estrías. Sobre manos y rostro permite recuperar la suavidad y la elasticidad de la piel y protegerla de los agentes externos, e incluso también puede utilizarse como desmaquillante natural.
Aceite de oliva como cosmético
Es la estrella de la dieta mediterránea, pero sus beneficios van mucho más allá de la cocina. Como cosmético ayuda a mantener una piel y un cabello con brillo, suaves e hidratados.
Aceite de oliva como cosmético
