El acné es una enfermedad cutánea muy frecuente, especialmente entre los jóvenes. Se trata de un proceso dermatológico que afecta tanto a hombres como mujeres y que consiste en una obstrucción de los poros de la piel que propicia la formación de granos, ya sean puntos blancos o negros, pápulas o pústulas. Entre las causas del acné destacan factores como la obstrucción del folículo pilosebáceo, el aumento de la secreción sebácea o un proceso inflamatorio desencadenado por una bacteria denominada Propionibacterium acnes.
Todos estos casos se abordan con múltiples tratamientos médicos, la mayoría personalizados, pero la alimentación también puede ayudar a paliar sus efectos. Alimentos antioxidantes como las frutas rojas o las manzanas, frutos secos, huevos, vegetales o lácteos son idóneos para prevenir o frenar el desarrollo del molesto acné. Otros estudios han demostrado que las vitaminas A, C y D son muy importantes en el cuidado de la piel y pueden aliviar dolencias como el acné o la psoriasis.
Por el contrario, existen muchas creencias acerca de la incidencia de algunos alimentos como el chocolate que nada tienen que ver con los resultados clínicos. La ingesta de este dulce o de productos muy grasos no provoca un mayor aumento del acné.
Alimentos para frenar el acné
Alimentos antioxidantes como las frutas rojas o las manzanas, frutos secos, huevos, vegetales o lácteos son idóneos para prevenir o frenar el desarrollo del molesto acné.
