La alteración de su ritmo es un desorden muy frecuente ?se calcula que afecta a uno de cada cuatro españoles en edad adulta, cifra que aumenta considerablemente en el caso de mujeres embarazadas? que provoca incomodidad y malestar y que se debe principalmente a una alimentación inadecuada, a la falta de ejercicio, a la alteración de la rutina y al estrés, entre otros factores. No obstante, sabiendo qué elementos contribuyen a una correcta movilidad intestinal y teniendo en cuenta algunas pautas y recomendaciones, es posible evitar problemas de esta naturaleza y favorecer el ciclo de los alimentos desde su ingesta hasta su deposición.
La dieta es uno de los factores que más infuyen en la regularidad del tránsito intestinal. Según la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), para funcionar bien el organismo necesita unos 25 gramos de fibra al día, en forma de verduras y hortalizas frescas, frutas con piel, cereales (mejor si son integrales) y legumbres. Asimismo, ingerir aproximadamente dos litros de agua al día es esencial para que esta sustancia desempeñe correctamente su papel dentro del organismo.
Del mismo modo, algunos estudios han demostrado que, a parte de fibra, también puede ser beneficioso consumir leche fermentada con probióticos (bifidobacterias), cuya acción puede contribuir a reducir de manera significativa el tiempo que tarda el organismo en completar el ciclo intestinal. Además, existen otros factores que también repercuten negativamente sobre la salud intestinal, como el estrés, el sedentarismo o malos hábitos como fumar o consumir altas dosis de alcohol.