El cambio al horario de verano que llega con el inicio de la primavera es un momento de lo más deseado por millones de personas. Disfrutar de una hora más de sol al día puede ayudarnos a mejorar el ánimo y optimizar las rutinas, pero no es todo color de rosa.
Al final, como con cualquier cambio en el horario, nuestros mecanismos internos se ven afectados, y nuestro organismo puede tardar hasta dos semanas en adaptarse a ellos. Es la astenia primaveral que puede hacerte estar más bajo de ánimo, con más problemas para dormir y con menos energía.
Sin embargo, más allá de estas alteraciones más conocidas que produce el cambio de hora, este también afecta directamente al estado de la piel. No hay que olvidarse de que la piel es un órgano más -el más grande para ser exactos-, y también necesitará su tiempo para acostumbrarse a los cambios.
Los expertos de diferentes firmas cosméticas nos explican cuáles son los problemas más frecuentes que podemos ver en la piel cuando cambiemos la hora y cómo podemos intentar mitigar sus efectos.