Llega el verano y tu cuerpo pide una piel dorada. La ropa sienta mejor y tu aspecto es más saludable. Sin embargo, las horas que inviertes al sol son, cada vez, menos saludables realmente por lo que el dilema está servido.
Para aquellos que se encuentran ante esta encrucijada, existe toda una gama de autobronceadores en el mercado, cuya correcta utilización es imprescindible para alcanzar un éxito asegurado:
1. Exfoliar toda la cara y el cuerpo (o de lo contrario las pieles muertas se irán, y con ellas el color).
2. Aplica crema hidratante en las partes más secas (o absorberán más bronceador de la cuenta).
3. Aplica el autobronceador, eligiendo previamente un color que vaya contigo: suave para piel clara, suave o medio para pieles que se queman pero luego se convierten en moreno, medio para pieles bronceadas y oscuro para aquellos de pieles más oscuras. Si usas guantes para su aplicación, evitarás tener manos de dos tonalidades.
4. Deja que tu piel se seque antes de hacer cualquier cosa (ducharte o bañarte, acostarte o vestirte, o de lo contrario dejarás un rastro allá donde vayas).
5. Si alguna zona queda sin broncear, utiliza un autobronceador en spray.
6. Si alguna zona queda muy oscura, no te preocupes, utiliza un limón para aclararla.
7. ¡A disfrutar del bronceado!
Autobronceador: hay una manera correcta de ponérselo
Si quieres lanzarte a la playa con ventaja y no deslumbrar con tu blancura a la sombrilla vecina, un truco aceptado es broncearse un poco antes con este producto que, usado correctamente, te hará conseguir el tan deseado dorado.
