Son muchas las aplicaciones y beneficios de la tecnología láser CO2 en el rejuvenecimiento periocular. Algunas de las principales son que nos permite atenuar arrugas y tensar la piel, así como poner la tecnología más moderna al servicio de la cirugía palpebral: la blefaroplastia.
Es posible que con el nombre técnico no te suene, pero la blefaroplastia se ha convertido en una de las cirugías con mayor protagonismo. Se trata de una cirugía que quita el exceso de piel de los párpados y alrededores, consiguiendo una mirada mucho más rejuvenecida.
Eso sí, para una buena intervención es importante apostar por una tecnología que garantice el rejuvenecimiento de los párpados y una cirugía efectiva de estos. El láser fraccionado ablativo de CO2 puede usarse tanto en cirugía de párpados, como en tratamientos de rejuvenecimiento en el área de alrededor de los ojos. El procedimiento está basado en pequeños impulsos de luz que “vaporizan” las capas más superficiales de la dermis y crean columnas térmicas en las más profundas.
¿Qué pacientes son los mejores candidatos?
El láser CO2 ayuda a eliminar arrugas finas y estimula la renovación y producción de colágeno para realizar lo que llamamos “fotorrejuvenecimiento”. Es una técnica ideal tanto aplicada en solitario, como en combinación de una blefaroplastia.
Asimismo, es un tratamiento muy eficaz para tratar los xantelasmas, las pequeñas tumoraciones benignas o depósitos de lípidos que pueden aparecer en los párpados, debido, principalmente, al colesterol. También permite eliminar otras lesiones benignas de la piel minimizando la cicatriz.
Blefaroplastia sin cirugía
Otra virtud del láser CO2 es la blefaroplastia no quirúrgica o resurfacing periocular, también llamada por algunos especialistas Minibleph. Este tratamiento persigue resultados similares a la cirugía de blefaroplastia: reducir la laxitud y exceso de piel en los párpados y atenuar las arrugas perioculares. Además, puede mejorar la coloración oscura de la ojera. Uno de sus principales atributos es que no es necesario hacer incisiones, ya que el láser funciona generando una retracción de la piel del párpado. Este procedimiento que puede llevarse a cabo en aproximadamente 20-30 minutos.
Sin embargo, no todos los pacientes son buenos candidatos a una blefaroplastia no quirúrgica con láser de CO2: los casos en los que los signos de la edad o las bolsas palpebrales están muy avanzados, por ejemplo, requieren cirugía. Aplicado a pacientes correctamente seleccionados, es una buena solución y puede llegar a retrasar unos 8-10 años la necesidad de llevar a cabo una blefaroplastia quirúrgica (aunque, evidentemente, esta horquilla temporal puede cambiar en función del paciente).
Por ello, es muy importante la valoración en consulta del paciente para así determinar si el láser va a poder ofrecerle resultados acordes a sus expectativas, ya que algunas personas podrían no obtener resultados significativos o los deseados.
Láser de CO2 en blefaroplastia quirúrgica
Otra de las aplicaciones estrella del láser CO2 es su uso durante la blefaroplastia quirúrgica. Frente a la técnica tradicional, el uso del láser durante la blefaroplastia permite acortar el tiempo quirúrgico y minimiza el sangrado, lo que se traduce en menos hematoma, menos inflamación y, por lo tanto, una recuperación más rápida. Además, la cicatriz ya de por sí fina con la técnica tradicional, se vuelve aún más tenue gracias al trazo fino del láser.
La combinación de blefaroplastia y resurfacing en el mismo acto quirúrgico permite potenciar los resultados postoperatorios, logrando mejorar significativamente el aspecto de la piel periocular y eliminando las arruguitas finas, así como otras imperfecciones de la dermis. Esto se consigue gracias al efecto renovador y regenerador del láser.
Los efectos del tratamiento con láser de CO2 suelen comenzar a apreciarse pasada una semana siendo la mejoría más evidente pasadas varias semanas.
Cuidados postratamiento
Probablemente, uno de los factores clave para el éxito del tratamiento son los cuidados posteriores, que consisten básicamente en el uso de pomadas humectantes y cicatrizantes durante la primera semana. Además, es importante aplicar frío en la zona tratada con el láser para combatir la inflamación.
En el caso del resurfacing, la piel tendrá unas microcostras que se caerán espontáneamente a lo largo de la siguiente semana. Tras este periodo, la piel adquiere una tonalidad rosada, que desaparece durante las 4 a 6 semanas siguientes, recuperando una buena pigmentación.
También es clave que el paciente se aplique cremas con elevado factor de protección solar y que evite la exposición directa al sol durante las semanas posteriores al tratamiento.
En definitiva, el láser CO2 y la blefaroplastia ofrecen la posibilidad de dar un aspecto más joven a la mirada, ya sea juntos o por separado. Eso sí, de nada sirve que estés cuidando mucho la apariencia de tus ojos si no cuidas su estado. Por ejemplo, puedes mirmarlos con remedios naturales para aliviar el cansancio que se produce en los ojos, y así evitar el uso continuado de productos químicos.
