La vitamina C es uno de los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita, pero no genera por sí solo. La mejor forma de conseguirla es a través de la alimentación, pero también mediante la cosmética.
De todas las formas de la vitamina C, el ácido ascórbico es la más pura, por lo que ha sido la más estudiada y recomendada para el tratamiento cutáneo en concentraciones del 15% o superiores.
¿Para qué sirve la vitamina C en la piel?
El ácido L-ascórbico es su forma más pura, por eso se recomienda tanto. Es un activo capaz de estimular la síntesis de colágeno, neutralizar y eliminar los oxidantes presentes en el ambiente, convirtiéndose en un perfecto antiedad que mantiene la piel sana y radiante.
Con el tiempo, la piel pierde colágeno de manera natural, apareciendo así los signos de envejecimiento. Pueden salir irregularidades, manchas, líneas y arrugas más prominentes y perder la firmeza. Puede ayudar a muchas preocupaciones:
- Atenúa los signos de fotoenvejecimiento y las manchas solares.
- Ilumina la piel apagada.
- Unifica el tono cutáneo.
- Poderoso antioxidante de propiedades anti-irritantes, anti-inflamatorias y protector del daño medioambiental.
- Reduce las marcas rojizas de los procesos de cicatrización.
- Mejora la eficacia de los filtros solares y aumenta su protección frente a la radiación ultravioleta.
- Reduce la inflamación del acné.
- Ayuda a equilibrar la piel grasa.

¿Cómo y cuándo usar la vitamina C?
Es la eterna pregunta a la hora de incorporar un nuevo ingrediente en tu rutina facial. ¿Me la pongo de día o de noche? ¿Me puede dar el sol después? La vitamina C se puede usar tanto de día como de noche y también durante el verano. Solo hay que asegurarse de aplicar siempre protección solar después, ya que es un potente antioxidante.
Si usas un derivado (es decir, que no sea ácido L-ascórbico) lo más posible es que no tengas que tener ningún tipo de precaución, pero no notarás tanto sus beneficios. En cambio, muchas formulaciones de vitamina C pura son ácidas y pueden causar irritación. Eso sí, siguiendo unas recomendaciones básicas, está indicada para todo tipo de pieles y personas, incluso durante el embarazo.
- Evitar el contacto con los ojos, párpados de los ojos, mucosa nasal, boca, y heridas abiertas.
- No mezclarla con retinoides u otros ácidos (en el caso del ácido hialurónico sí se pueden combinar, ya que el pH de uno no interfiere en el otro).
- No mezclar en la misma rutina con la niacinamida.
- No dejar el producto expuesto a la luz, ya que puede oxidar y perder su efecto. Opta siempre por los que tengan envases oscuros y opacos y guárdalos en un lugar oscuro.
¿Por qué pica la vitamina C en la cara?
El ácido ascórbico es una molécula hidrófila que se disuelve bien en agua, pero es repelida por la barrera lipídica de la piel (que es aceitosa). Para poder penetrarla, requiere un pH ácido por debajo de 4. Esta acidez es lo que provoca que la vitamina C sea irritante en ocasiones y en determinados tipos de piel.
Como te decíamos al principio, la evidencia científica asegura que su concentración debe ser mayor del 15% para ser eficaz. Lo mejor es empezar con productos que tengan una concentración más baja (entre el 8 y el 10%) para ir adaptando la piel y después pasar a otros más altos.
Otra opción es usar ácido ascórbico que venga en una formulación sin agua. Al ser entonces un líquido más aceitoso, no requiere ese pH ácido para penetrar y, por tanto, no irrita tanto. Sin embargo, en algunas formulaciones no se disuelve bien y puede dejar una sensación arenosa que puede resultar también irritante.
Si tienes la piel muy sensible y estas opciones no te sirven, puedes sustituir el ácido ascórbico puro por algún derivado de la vitamina C, ya que no son tan agresivos, pero debes tener en cuenta que no son tan eficaces.
¿Cuál es la mejor vitamina C para la cara?
Una vez has descubierto todos los beneficios de la vitamina C para tu piel, la gran duda es: ¿cuál compro? Asegúrate de elegir en base a las recomendaciones que ya hemos mencionado y según lo que tu piel necesite. Te dejamos algunas de las mejores que puedes encontrar en el mercado.