Con la llegada del verano y el cambio de armario llega también el cambio del calzado. Los pies empiezan a estar expuestos cuando usamos zapatos abiertos y, sobre todo, cuando estamos en la piscina, la playa o simplemente disfrutamos de un paseo descalzos por el césped mojado.
Lo cierto es que este cambio de calzado, así como las altas temperaturas, pueden ocasionar problemas en nuestros pies que, aunque nos impidan lucir sandalias con la pedicura a la última tendencia.
¿Cuáles son los problemas de pies más comunes?
Entre los problemas más comunes se encuentran, en primer lugar, las rozaduras y ampollas que aparecen por el roce de la piel desnuda contra el nuevo zapato y que puede provocar heridas. Algo que ocurre especialmente en verano, puesto que no solemos utilizar calcetines. En el caso de las ampollas ocurre lo mismo, excepto que la piel se levanta acumulando líquido debajo.
El exceso de sudoración es otro de los problemas más comunes en los pies, que lógicamente se acentúa con las altas temperaturas, sobre todo si se siguen utilizando calcetines. Una sudoración excesiva produce una humedad que puede acabar desarrollando grietas entre los dedos.
Las infecciones en la piel por hongos son también muy comunes durante la temporada estival. El pie de atleta, por un lado, aparece especialmente en las personas que practican ejercicio con calzado cerrado. Los síntomas más comunes son picor y áreas rojas en la piel alrededor de los dedos, y en ocasiones la planta y los laterales. Por otro lado, la tiña de uñas es común cuando utilizamos calzado cerrado con el pie húmedo o cuando no lo secamos correctamente tras un baño en la playa o en la piscina. Los síntomas son las uñas gruesas y quebradizas, aunque en ocasiones pueden tardar meses en aparecer.
Finalmente, la sequedad en la piel puede aparecer a causa del calor y el hecho de llevar los pies descubiertos. Aparece especialmente en los talones debido a la falta de hidratación y la acumulación de durezas.

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Sin embargo, todas estas afecciones pueden solucionarse y, sobre todo, prevenirse. Tan solo hay que seguir unos sencillos pasos en la rutina de cuidado corporal para poder lucir unos pies perfectos este verano.