Las aftas son úlceras o llagas abiertas que pueden aparecer en la boca, en el interior de los carrillos y labios, lengua, paladar o encías. Son de color amarillo o blanco y están rodeadas por un área roja. No son cancerosas y se producen o bien por una lesión (mordedura, roce o manipulación de un aparato dental o limpieza bucal agresiva) o por una infección. También están ocasionadas por alergias a algunos alimentos.
No hay que confundirlas con el herpes labial o las calenturas, que se producen fuera de la cavidad bucal, pero sí están relacionadas con una bajada de defensas. Ocurre con mayor frecuencia en las mujeres y no constituyen un problema grave de salud. Eso sí, debe consultarse con el médico si persiste, aparece de forma recurrente a lo largo del año o provoca fiebre, malestar general o inflamación de los ganglios linfáticos.
Son más frecuentes en épocas de estrés emocional, cambios hormonales o menstruación, momentos en los que también puede haber una bajada de defensas por lo que es importante fortalecer el sistema inmunológico para prevenirlas. En primer lugar, es importante mantener una dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio físico. El incremento de alimentos ricos en hierro y vitaminas del grupo B suponen un plus a la hora de prevenirlas.
También es necesario tener una buena salud digestiva mediante el consumo de alimentos probióticos como el yogur, de alimentos ricos en fibra y comiendo pocas cantidades al menos cinco veces al día. Otros alimentos funcionales como los Omega 3 también pueden ayudar a prevenirlas ya que reducen la inflamación. La vitamina C, por su parte, es una excelente aliada para mejorar la salud de las encías.
Cuando aparecen y para aliviar el dolor que producen es importante realizar enjuagues bucales con soluciones de venta en farmacia. También puede prepararse una mezcla de agua y bicarbonato o aplicar un algodón humedecido en agua y alcohol. Si están causadas por un aparato dental, acudir al odontólogo para que lo ajuste. Si se producen repetitivamente por estrés, podría ser adecuada la realización de técnicas de relajación para reducirlo.
Cómo prevenir las aftas
Son lesiones no peligrosas pero muy molestas. Pueden producirse por estrés, una mala alimentación o problemas hormonales. La dieta adecuada, el ejercicio y las técnicas de relajación pueden ayudar a prevenir las aftas.
