Es poco común pero muy molesto. Las personas con prurito acuagénico sufren intensos o moderados picores sobre todo en las extremidades después del baño o la ducha durante un tiempo que puede oscilar entre los 15 minutos y hasta las 2 horas posteriores al contacto con el agua. Una molestia que cursa sin afectaciones cutáneas aparentes, pero que deben soportar cada día como consecuencia de su rutina de higiene y que tiende a pasar muy desapercibida ya que no está considerada como una enfermedad.
Se trata más bien de un conjunto discreto de síntomas, a menudo hereditarios, que todavía cuentan con muy poca investigación y tratamiento, ya que se desconoce la causa que provoca esta reacción de la piel. Por ello, las personas que la sufren con intensidad pueden llegar a tener problemas para desarrollar las actividades normales del día a día, generar un rechazo hacia la higiene diaria o sufrir un daño psicológico importante al contar con una sintomatología tan fastidiosa que no está validada como enfermedad.
En ese sentido, poner nombre a algo que nos afecta cada día y que parece no tener causa ni solución es a menudo un gran alivio para las personas que sufren esta afectación cutánea.
El prurito acuagénico puede generar fobia a lavarse
Posibles causas del prurito acuagénico
Como decíamos, al ser un problema poco común en las sociedades occidentales (en algunas zonas de África llega a afectar hasta al 20% de los adultos jóvenes), falta mucha investigación por hacer. Aunque se desconocen las causas, se estima que el prurito acuagénico puede ser un síntoma de la policitemia vera o de otras enfermedades, por eso, si causa picores muy intensos y limitantes, conviene realizar una evaluación dermatológica completa que permita detectar o descartar problemas más graves. En algunos casos, también se ha relacionado con la intolerancia a la lactosa.
Sin embargo, en la mayoría de casos, no suele relacionarse con ningún problema más grave y se considera una condición idiopática que puede estar relacionada con pieles sensibles.
Cómo evitar y tratar el prurito acuagénico
El desconocimiento de las causas que provocan este tipo de picor después del contacto con el agua es el principal impedimento a la hora de acertar con el tratamiento más efectivo. Comúnmente, los dermatólogos suelen administrar antihistamínicos, fototerapia con luz ultravioleta B u otros medicamentos que, de momento, solo han conseguido resultados muy variables.
En cualquier caso, y tanto si tenemos un cuadro más ligero como si es más severo, es importante aplicar un conjunto de medidas sencillas que pueden ayudar mucho a reducir la aparición del picor y el escozor después de la ducha.