El peso de cualquier persona fluctúa a lo largo del día entre uno y dos kilos. Para aquellas personas que se someten a una dieta y son muy estrictas con su cumplimiento eso supone un problema y un dolor de cabeza-. Para premiar el esfuerzo que hacen tienden a pesarse demasiado a menudo obviando que se llevarán alegrías y disgustos por igual.
Para evitar los resultados variables y tener una información más precisa de cómo actúa nuestro cuerpo frente al régimen que seguimos, los expertos recomiendan:
- Rigor. Elige el momento y el día que prefieras y procura pesarte siempre el mismo día de la semana y a la misma hora. Lo ideal es hacerlo por la mañana, en ayunas, pero después de haber orinado. Pasar por la báscula a diario puede ser muy frustrante, así que evita hacerlo más de una vez por semana.
- Control. Anota el peso semanalmente y, pasado un mes, obtendrás una medida muy precisa del progreso que ha hecho la dieta.
- Rutina. Sube siempre en la misma báscula y a poder ser en una que esté en casa para poder hacerlo sin ropa.
- Evita pesarte después de beber mucha agua y, si eres mujer, cuando estés en periodo menstrual.
- Cuídate. Subirse a la báscula después de una gran comilona es una tortura. Hacer una excepción, darse un capricho dulce o salado- en algún momento es totalmente comprensible.
Descubre 7 consejos para enfrentarte a la báscula y cambiar tu relación con la alimentación.
El mejor momento del día para pesarse
Si entre tus propósitos del nuevo curso figura perder esos kilos de más que te has echado en verano, te habrás granjeado una enemiga: la báscula. Aprende cuándo usarla para reconciliarte con ella
