Si hay algo que se resiste durante el invierno, este es el cabello. Tanto en pelo liso como en rizado, el frío, la humedad, las calefacciones y la condensación del aire afectan directamente al cabello. "Cuando esto ocurre, el pelo pierde su hidratación natural y el cabello se reseca, apareciendo el encrespado o frizz", comenta Cristina Jiménez, bioquímica y formuladora de los productos de Bio Sakure. Pero, ¿cómo podemos combatir este efecto en una época en la que la falta de humedad y de nutrición del cabello potencian el encrespado?
Todo dependerá del tipo de pelo. Por ejemplo, el frío y la condensación afectan más al pelo rizado, ya que son melenas más secas y junto a que es un cabello más frágil de por sí, este puede hacerse más poroso: se quiebra, se reseca y puede convertirse en más áspero. Sin embargo, si tienes un pelo liso sano, la cutícula (la parte más externa de la fibra capilar), por la forma de su folículo, está más cerrada que un cabello rizado sano, y pierde menos hidratación.
Aunque en muchas ocasiones se cree que lo único que afecta al cabello en invierno es la humedad pero, esta consideración, no es del todo cierta. Tal y como apunta la experta de Bio Sakure, lo que más influye es la condensación que se produce cuando el vapor de agua que está contenido en el aire se transforma en líquido al entrar en contacto con una superficie fría. Pero este efecto climatológico, propio del invierno, es algo que escapa a nuestro control. Lo que si podemos hacer, una vez conocemos las características de nuestro pelo y cómo afecta la humedad, el frío y las bajas condensaciones en él, es implicarnos en su cuidado.
De hecho, en concreto el frío y las bajas condensaciones hacen aún más secos los rizos si no los protegemos. En melenas lisas también influye ya que si toma toda la humedad, el pelo estará más encrespado y aparecerán ondulaciones indeseadas y electricidad estática. Conoce ahora todos los trucos para proteger tu cabello y evitar que se encrespe durante el invierno: