Para cuidar la piel de manera intensiva, podemos confiar en ingredientes de origen vegetal. Aceites esenciales, sales marinas y extractos de raíz son algunos de los productos que pueden aportar un nuevo brillo y elasticidad en la piel. Las cremas elaboradas con raíz de malva, por ejemplo, disminuyen la inflamación de picaduras y alivian las picazones, mejorando lesiones cutáneas como eczemas o llagas.
El agua de azahar, por su parte, se elabora con pétalos de naranjo amargo y previene el envejecimiento de la piel. También promueve la formación de colágeno y regenera las células cutáneas, tonificando y calmando la piel. El aceite de salvado de arroz es otro ingrediente natural que contiene filosteroles y numerosos antioxidantes para hidratar y nutrir la piel de manera intensa.
Otras opciones incluyen la sal del Himalaya, que proviene de las minas de Khewra en Pakistán y ayuda a aliviar diversos problemas de piel, atenuando los dolores musculares. Disuelta en baños de agua caliente, esta sal nutre y relaja la piel. Los desodorantes naturales con aceites de origen vegetal, por último, protegen eficazmente la dermis sin petroquímicos ni parabenos.
Hidratantes naturales para la piel
Algunos productos elaborados con ingredientes naturales pueden tener efectos beneficiosos sobre la dermis, aportándole suavidad y textura.
