La talla 44 es la más vendida en España. Pese a esta realidad, en general la industria de la moda sigue dictando ideales escuálidos – como demuestra la talla “XXXS” de la marca J. Crew – que, al menos en nuestra sociedad, distan mucho de la realidad.
Más que una cuestión de imagen
Tratamos de discernir con la socióloga Belén Blesa el origen de la imposición de un prototipo de mujer escuálido: “Se trata de ‘idealidades construidas’ que forman parte de nuestro imaginario social y cultural, y que pueblan nuestra realidad mental bajo la forma de aspiraciones, deseos y también valores que orientan nuestras opciones de vida”. No hablamos sólo de moda, sino de escala de valores: “Desde la ciencia hasta los medios de comunicación, pasando por el mercado y por los propios consumidores, todos acabamos reforzando ese valor. Se puede hablar de un trasfondo que es de orden más moral que estético: el cuerpo delgado, esbelto, que roza la perfección en la línea, ha sido asociado a una vida feliz y exitosa, es símbolo de prestigio, y esto es algo difícil de desmontar cuando se da la connivencia de tantas y tan importantes instituciones sociales como las mencionadas”, comenta la experta. Pero, por fortuna, hay excepciones con nombre propio que están generando un cambio.
Candife Huffine, una modelo ‘curvy’ en el calendario Pirelli
Toda revolución precisa de un icono y, en materia “plus size”, la voluptuosa modelo norte-americana Candice Huffine, con su talla 48, ha logrado convertirse en uno. Ella figura en la 51 edición del calendario Pirelli, un proyector del canon de mujer de “sexy” por excelencia. Huffine compartirá protagonismo en esta calendario con otras top “standard”, como Adriana Lima, Joan Smalls o Natalia Vodianova.
© Instagram de Candice Huffine
Curvas en portada
La tendencia “curvy” está en pleno apogeo, pero su gestación se remonta al 2011: laportada del mes de junio de Vogue Italia marcó un antes y un después con tres modelos “curvy” en portada: Candice Huffine, Robyn Lawley y Tara Lynn, fotografiadas por Steven Meisel. Su proyección, por mucho que pueda pesarle a Karl Lagerfeld, no es marginal; Lawley, con su talla 42, formó parte de una campaña “standard” de Ralph Lauren. No obstante, la verdadera normalización se establecerá cuando no sea necesario reivindicar la belleza vinculada a una talla, sea grande o pequeña.
‘Plus size’: ¿la opción rentable?
La demanda de tallas para todos los cuerpos es rentable. Aunque gigantes como Inditex se resistan a dar una opción de “talla grande” al público, la expansión económica de una firma pasa por ofertarla, como ha demostrado Mango, que ha logrado que su línea ‘Violeta’ – que incluye de la 40 (¿talla grande?) a la 52 –, emprenda la aventura norte-americana. El comercio online también ha visto favorecidos sus ingresos ofreciendo esta opción: éste es el caso de Fiorella Rubino, una firma de tendencia low cost de tallas grandes, del grupo italiano Miroglio, donde también se incluye la firma Elena Miró.
Más allá de las pasarelas
Las curvas de Marilyn Monroe o Sofía Loren por lo tanto no son reliquias del pasado. Si bien las de Scarlett Johansson sucumbieron a la presión mediática, cantantes como Beyoncé o Jennifer López, así como las actrices Sofía Vergara (Modern Family) y Christina Hendricks (Mad Men) e, incluso, la Primera Dama Michelle Obama, a quien la diseñadora Isabel Toledo ha convertido en icono de tendencia, son modelos de mujeres, en definitiva, reales.