A pesar de que vivimos bajo el bombardeo constante de consejos dermatológicos y promesas publicitarias milagrosas, la realidad es que somos muchas las mujeres y los hombres que no conocemos suficientemente bien nuestra piel o que no sabemos cómo cuidarla y protegerla. Seguramente, la mayoría utilizamos cremas hidratantes a diario con más o menos acierto, pero muchos desconocemos qué rutina de limpieza es la mejor para nosotros o, incluso, no empleamos ninguna más allá de lavarnos la cara con jabón.
¿Hacemos bien? Lamentablemente no. Las pastillas de jabón pueden ser agresivas para la piel de la cara, ya que eliminan las grasas de la capa superficial y provocan sequedad, así que solo son recomendables esporádicamente para las personas con la piel grasa. En la mayoría de casos, pueden ser más recomendables otros productos pensados específicamente para la limpieza de la piel facial como los limpiadores espumosos y no espumosos (para pieles grasas o propensas a las imperfecciones), las leches limpiadoras y tónicos aplicados con un disco de algodón (para la piel seca), las aguas micelares (adecuadas para todos los tipos de piel producto de segunda limpieza) o los aceites faciales (para pieles secas).
Las pastillas de jabón pueden ser agresivas para la piel de la cara, ya que eliminan las grasas de la capa superficial y provocan sequedad
Disfrutar de una piel sana pasa, sí o sí, por mantenerla hidratada, pero también por mantenerla limpia. Una rutina de limpieza diaria nos permitirá eliminar la suciedad con la que entramos en contacto durante el día, así como los microorganismos que hayan podido quedar acumulados. Mantener la cara limpia de verdad es la única forma de garantizar la oxigenación de la piel, la correcta función de barrera de la piel, así como su brillo natural.
Pero es muy importante tener en cuenta que la piel, al igual que el resto de órganos del cuerpo, también muta y también envejece, lo que significa que los cuidados que le demos deben ir variando con el paso del tiempo, pero también en función del clima en el que nos encontremos o de otras peculiaridades como la aparición esporádica de acné, el uso de maquillaje, la práctica deportiva intensa, la contaminación ambiental a la que estamos expuestos, etc. Así que lo que nos funciona hoy, puede no funcionarnos mañana.
La calidad y la eficacia de un cosmético no siempre va de la mano de su precio
La dermatóloga Anjali Mahto nos recuerda en su nuevo libro “La biblia del cuidado de la piel” que la calidad y la eficacia de un cosmético no siempre va de la mano de su precio, así que puede funcionarnos mucho mejor un producto más asequible que no otro parecido, pero mucho más caro. La especialista recomienda personalizar las rutinas de belleza y de cuidado de la piel, así como sus productos, pero, de forma general, también advierte algunos errores comunes que deberíamos evitar a la hora de limpiar la piel del rostro y propone cinco reglas básicas para realizar la limpieza de forma adecuada: