Todo en al vida tiene un orden y la forma en la que te utilizas tus cosméticos no iba a ser menos. Hacerlo tal y como mostramos a continuación potenciará el efecto de los distintos ingredientes así que tómate tu tiempo y disfruta con conciencia de tu ritual de belleza.
1. Serúms: tienen el poder de los ingredientes concentrados, por lo que es mejor utilizarlos sobre la piel desnuda para aprovechar todo su potencial d euna forma más eficiente.
2. Antioxidantes: como la vitamina C, uno de los ingredientes que le viene bien a todos los tipos de piel.
3. Deja que la piel absorba el serúm y los antioxidantes. Espera cinco minutos antes de pasar al siguiente paso para que no se pierda la efectividad de los cosméticos que ya hemos aplicado.
4. Séllalo todo en tu piel. Para ello, utiliza tu crema hidratante preferida. Así se preservan en la piel los ingredientes anteriores.
5. Si tienes la piel sensible, invierte el orden de los pasos anteriores. Empieza por una buena hidratación que proteja la piel de los ingredientes concentrados del sérum y de la potencia de los antioxidantes.
6. Hora de los aceites: unas cuantas gotas pueden transformar tu piel de manera radical y volverla radiante. Aplícalo sobre todo en las zonas del rostro que notes más secasy hazlo después de la hidratante. El aceite puede penetrar la crema pero no al revés.
7. No te olvides de la protección si es de día: busca un buen SPF y hazle un hueco de honor entre tus must, porque es un must que nunca jamás debes olvidar si quieres tener una piel bonita durante mucho tiempo.
8. Séllalo todo con retinol si es noche: la hidratante y el aceite frenarán la posible irritación provocada por el retinol garantizándote una dosis extra de juventud.