Obtenemos principalmente el cobre de las legumbres, el chocolate, el marisco o los cereales. Pero en Suramérica, y especialmente en México, se ha empezado a comercializar el agua de cobre. Esto es debido a la multitud de beneficios que supone ingerir este micronutriente.
Por un lado, beber agua de cobre ayuda a evitar el envejecimiento, la obesidad y el estreñimiento. Es un aliado del hierro, aumentando su asimilación, cosa que ayuda a la formación de glóbulos rojos y al mantenimiento del sistema inmunitario y la salud de los huesos y tendones. Es un gran antioxidante y un recurso para aquellos que sufren anemia. Por otro lado impulsa la producción de melanina y colágeno, pigmentos necesarios para mantener el cabello fuerte y retrasar la aparición de las canas. Además, también tiene un uso tópico, ya que aplicar agua de cobre a la piel ayuda a disminuir la arrugas y restaura el color del cabello.
Tan importante es cumplir como no excederse en su consumo diario recomendado, tasado en 1 miligramo de cobre para adultos y 1,3 en mujeres embarazadas, que lo necesitan para un perfecto desarrollo del bebé. El agua de cobre se puede beber sola o mezclada con líquidos fríos o calientes, pero nunca hacerlo junto a bebidas gaseosos.
Los beneficios del agua de cobre
Pocas personas asociamos el cobre como un nutriente del cuerpo, pero la verdad es que este elemento es clave para el funcionamiento de distintos órganos como el corazón, el cerebro, el hígado o los riñones.
