Se acerca el verano y las ganas de vacaciones, tomar el sol, la playa y disfrutar del aire libre van aumentando. Pero también hay que ser conscientes de que, con el cambio de estación, también deberíamos cambiar nuestras rutinas. De la misma forma que sacamos la ropa de verano y guardamos la de invierno, deberíamos hacer lo mismo con el maquillaje.
En verano, la piel necesita frescura y ligereza, lo que no impide añadir maquillaje. Eso sí, debes tener en cuenta que lo que más agradecerá tu piel son las texturas ligeras y que no taponen los poros. También debes tener en cuenta la humedad y el sudor, por lo que los productos de maquillaje resistentes al agua pueden ser un gran aliado.
El maquillaje efecto bronceado, la tendencia del verano
Mientras que en los meses que preceden al verano los colores invaden los maquillajes, algo normal con las flores y la frescura de la primavera, durante los calurosos meses de vacaciones se apuesta por tonos más neutros y sencillos.
Aunque con las modas el tipo de maquillaje puede cambiar, en verano siempre se observa una tendencia recurrente que nunca falla: el efecto bronceado. Un tipo de maquillaje en el que se da toda la importancia a la piel, marcando el contorno de la cara con cálidos tonos ocre a modo de bronceado natural conseguido tras la caricia del sol. Como complemento y para no quitarle atención, los ojos y los labios se dejan en tonos nude o ligeros tonos tierra, aprovechando para aportar luminosidad.