El verano ya está a la vuelta de la esquina y, con él, las ansiadas vacaciones y las largas horas al aire libre. Esta vez, además, la llegada de la estación más cálida del año coincide con el fin del estado de alarma y una posible revisión del uso de la mascarilla en espacios abiertos. Algo a lo que ya nos habíamos acostumbrado y que a muchas nos ha disuadido a la hora de utilizar maquillaje durante los últimos meses: además de no poder apreciarse bien el resultado, en ocasiones podía contribuir a generar más irritaciones en nuestra piel.
Pero, afortunadamente, volver a la vida exterior sin mascarilla significa, por un lado, empezar a dejar atrás el temido mascné y, por otro, recuperar nuestras rutinas de belleza y de maquillaje pre pandemia. Eso sí, teniendo en cuenta el momento en el que nos encontramos y las necesidades de nuestra piel frente a las altas temperaturas y la exposición solar.
Cómo debe ser un buen maquillaje de verano
No nos cansaremos de repetir siempre lo mismo: al igual que renovamos nuestro vestuario con el cambio de estaciones y adaptamos nuestra dieta priorizando el consumo de alimentos de temporada, debemos hacer lo mismo con nuestra piel. Eso significa que los productos que utilizamos en invierno muy probablemente no nos sirvan para el verano, ya que las necesidades dermatológicas han cambiado y ya no serán necesarios los productos más densos o grasos que utilizamos con el frío.
En verano, la piel necesita frescura y ligereza, algo que no está reñido con maquillarse siempre y cuando no taponemos la dermis
Al contrario, en verano, nuestra piel necesita frescura y ligereza, algo que no está reñido con maquillarse siempre y cuando utilicemos la cosmética adecuada, con un efecto lo menos taponado posible, que realce la belleza natural de nuestra piel y que sea duradero y resistente al agua. En ese sentido, es importante tener muy en cuenta cuanto nos va a condicionar la humedad y el posible sudor, para que no acabe destrozando el maquillaje.
En verano, no olvides:
- Asegurar una profunda limpieza de día y de noche para evitar que queden restos de suciedad en el rostro
- Prescindir de las bases densas de maquillaje y optar por texturas más refrescantes como gel-crema y/o polvos para unificar y realzar el tono dorado de la piel bronceada
- Adaptar el tono y escoger uno o dos más oscuros respecto a los que utilizas en invierno
- Utilizar una máscara de pestañas de larga duración
- Optar por sombras de colores neutros para aportar frescura a la mirada
- Aplicar la máxima de que menos es más, inclinarse por la sutileza y evitar maquillajes demasiado cargados