Ya en la medicina de civilizaciones antiguas como Egipto y Grecia se utilizaban diferentes remedios basados en preparados de hígado para tratar la ceguera nocturna. Entonces se desconocía que la ceguera nocturna era debida a una falta de vitamina A, pero sabían que estos remedios mejoraban la ceguera y el hígado es muy rico en esta vitamina.
Con el paso de los años se descubrió que la vitamina A participa en la producción de los pigmentos de la retina. Avanzando en la historia llegamos a 1943, donde se publicó el primer estudio de una de las formas de vitamina A, el ácido retinoico, para tratar el acné.
Tras muchos años de tratamientos médicos se observó que los retinoides presentaban múltiples beneficios antiedad para la piel. No fue hasta principios de los años 80 cuando se publicó el primer artículo donde se afirmaba que el ácido retinoico mejoraba el envejecimiento de la piel.
También hay muchos alimentos ricos en vitamina A que ayudan a esto mismo, como las zanahorias, el brócoli o las espinacas, pero hay que tener en cuenta que esta sustancia se acumula en el organismo y, en elevadas concentraciones, tiene efectos nocivos.
¿Para qué sirve el retinol en la piel?
Se trata de uno de los principios activos con más renombre en cosmética, puesto que sus múltiples propiedades y sus amplios estudios lo convierten en un activo imprescindible:
- Excelente aliado para el rejuvenecimiento de la piel. Al acelerar el proceso de renovación de las células, deja la piel al tacto más lisa y menos rugosa. Esto además favorece a la disminución de las arrugas más superficiales.
- Buen despigmentante. Actúa disminuyendo las manchas dejando un tono mucho más uniforme, dando una apariencia más joven.
- Fomenta la producción de colágeno. El colágeno es una de las grandes responsables de la firmeza y sostén. Con el paso del tiempo, la cantidad de colágeno disminuye aparenciendo flacidez y arrugas. Es importante incorporar activos en la rutina de belleza que pueda disminuir la pérdida del colágeno que ya tenemos y además potencie la nueva formación para tener una cara más firme.
- Excelente antioxidante. Los antioxidantes son fundamentales en la rutina cosmética porque son un escudo protector ante las agresiones externas neutralizando los radicales libres.
- Mejora las pieles con problemas de granitos. Para el cutis con acné hay otro tipo de retinoide más indicado, el ácido retinoico o tretinoína que al ser un medicamento debe ser indicado y supervisado por un dermatólogo.
- Mejora la rosácea por sus propiedades antiinflamatorias.
Con todas estas bondades debemos tener en mente que hay unas restricciones, y es que durante el embarazo y lactancia o para pieles muy sensibilizadas no se recomienda su uso.

¿Cuál es la diferencia entre retinol y retinoides?
Si has escuchado alguna vez llamarlo también vitamina A, es correcto, concretamente vitamina A preformada. Queremos matizar que la vitamina A realmente es una familia de sustancias, los llamados retinoides. También encontramos la provitamina A en los carotenoides.
Los retinoides son derivados de la vitamina A que no solo ayudan a reducir los signos del envejecimiento natural, sino que también pueden ayudar a reparar el daño solar en el cutis. Hay muchos tipos diferentes de retinoides disponibles, desde los de venta libre hasta los recetados en forma de medicamentos tópicos y orales.
Los retinoides como hemos dicho son una familia de activos que se transforman unos en otros habiendo algunas formas más activas que otras.
En redes todo el mundo habla de retinoides, y muchas veces escuchamos tantos nombres que ya no tenemos claro quién es quién. Por eso queremos hacer un esquema sencillo que nos sirva como la guía definitiva de los retinoides y de una vez por todas saber identificarlos de manera clara y sencilla.
Tipos de retinoides ordenados por potencia
- Ácido Retinoico: Es el más potente, ya que se trata de un medicamento y producto sanitario. Debe utilizarse bajo la supervisión de un dermatólogo o indicación farmacéutica porque es muy irritante.
- Retinaldehido: Es el segundo más potente y también irrita bastante. Lo ideal es evitar este activo a altas concentraciones si estás empezando a aplicar retinoides. Es mejor utilizarlo en personas acostumbradas a este tipo de productos.
- Retinol: El más famoso de los retinoides. Es menos irritante y potente que el ácido retinoico. Encontramos muchos productos en el mercado con este ingrediente y a concentraciones muy variadas, desde 0,1% hasta 1%. Al no ser un activo muy estable también lo encontramos estabilizado (por ejemplo, encapsulados) o se utilizan sus derivados.
- Retinyl: Es el grupo de derivados de retinol. Todos empiezan por Retinyl y posteriormente les sigue otra palabra. Se pueden encontrar como Retinyl Acetate, Retinyl Palmitate… Aunque sean menos potentes son ideales para iniciarse con óptimos resultados y además ideales para las más sensibles.
Siempre va a depender de la concentración de los activos en la fórmula y de cómo esté formulado el producto, por lo tanto, siempre recomendamos seguir las indicaciones del fabricante ya que siempre se deben dar las pautas de uso del producto de manera correcta.
Para saber la concentración solo puedes hacer una cosa: mirar los ingredientes del producto para ver si la marca lo indica. Normalmente suelen hacerlo, pero ten en cuenta que tiene muchos nombres diferentes según su derivado, por lo que primero deberás encontrarlo.

¿Con qué ingredientes se puede mezclar el retinol?
Este ingrediente puede irritar la piel, sobre todo en concentraciones elevadas. Por este motivo no se debería utilizar junto a otros productos que también puedan resultar más agresivos (al menos hasta que la cara se acostumbre), como pueden ser los AHAs y la vitamina C pura o el peróxido de benzoílo.
En cambio, sí que puedes mezclarlo con un producto con ácido hialurónico que hidrate la piel. De esta manera disminuiremos la penetración de este ingrediente para ver cómo lo toleramos.
En cutis ya retinizados, se podrían hacer rutinas incluyendo algunos de estos activos durante la semana, pero aplicándolos por separado, por ejemplo, vitamina C por la mañana y AHAs y retinol a noches alternas. Siempre que tengas dudas consulta con un experto.

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Cómo empezar a usar retinol de forma correcta
Empezar con el retinol puede que no sea una tarea sencilla. También hay que tener en cuenta que aplicar concentraciones elevadas puede causar dermatitis irritativa, por lo que siempre es mejor empezar poco a poco.
El proceso de habituación a retinoides se llama retinización. Este proceso requerirá un tiempo determinado en función del tipo de piel y la tolerancia de cada persona. Siempre es recomendable seguir las indicaciones de la marca para utlizar estos productos.
Lo que sí entra dentro de la normalidad es tener una cierta sequedad y ligera irritación, siempre que sea ligera. Si notas que la cara se irrita en exceso, recomendaríamos cesar el tratamiento o reducir la cantidad de producto.
Lo mejor para empezar a usar este ingrediente sería:
- Primeras dos semanas: 3 noches a la semana
- Segundas dos semanas: noches alternas
- Terceras dos semanas hasta 3 meses: todas las noches
Se recomienda el uso de retinoides según lo vaya tolerando la piel y de manera progresiva. Por ejemplo, empezar con bajas dosis de retinol (0,1%) en noches alternas durante dos semanas. Si se tolera bien y no aparece enrojecimiento, se puede pasar a incorporar a noches alternas dos semanas más. Si la piel no se enrojece, ya podemos pasar a aplicarlo todas las noches durante 3 meses. Tras el tratamiento de 3 meses, si la cara lo necesita se puede subir a concentraciones de 0,3% y en caso de que fuera necesario llegar a 0,5%.
No se trata de una carrera, lo más importante es evitar la irritación de la piel y no debemos por fuerza llegar a elevadas concentraciones. Y por supuesto, siempre hay que recordar utilizar el protector solar de día, aunque el retinol lo apliquemos de noche.