La manteca de Karité es un aceite que se extrae del fruto del árbol de Karité. Se utiliza como una crema regeneradora que previene el envejecimiento prematuro, nutre, hidrata, aporta elasticidad, actúa sobre las arrugas, protege de las agresiones solares y previene la deshidratación al formar una película sobre la piel.
Al tratarse de una manteca y por su alto nivel en hidratación se recomienda para pieles secas y agrietadas así como para la prevención de la aparición de estrías en mujeres embarazadas o aquellas personas que realizan dietas para perder peso.
El Karité está indicado para el tratamiento de cabellos secos y estropeados ya que nutre y da brillo. Puede utilizarse como mascarilla, dejando actuar unos quince minutos o puede aplicarse una pequeña cantidad tras el lavado en las puntas para evitar que se abran.
También es útil para disminuir la irritación tras el afeitado o como bálsamo en labios agrietados por las condiciones climáticas.
Nutre tu piel con el karité
La manteca de Karité es rica en vitaminas A y E y tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Se utiliza para hidratar y nutrir la piel y el cabello se puede adquirir como manteca natural o encontrarse en la composición de muchos productos cosméticos.
