Los ingredientes y las fórmulas que componen los productos que usamos a diario se renuevan a pasos agigantados. ¿Quién iba a decirnos hace unos años que el veneno de abeja, la baba de caracol, el sebo de las ovejas e incluso células humanas tratadas en laboratorio iban a formar parte de cremas, sérums y otras fórmulas que usamos en nuestra rutina de belleza? Ingredientes curiosos, pero con demostrados beneficios para la piel.
A estos singulares activos se suma un elemento tan conocido como el oro. Desde hace tiempo, este preciado metal se ha convertido en una joya cosmética por sus múltiples virtudes, y no se trata de un truco de laboratorio, sino de una realidad contrastada. Combinado con otros ingredientes, el oro es un gran aliado para mantener y mejorar el aspecto de la piel. De ahí que famosas como la modelo Irina Shayk, las actrices Blanca Suárez y Marta Hazas y la periodista Sara Carbonero hayan sucumbido a las virtudes del ancestral y virtuoso metal.
Combinado con otros ingredientes, el oro es un gran aliado para mantener y mejorar el aspecto de la piel
Una de sus virtudes, precisamente, es que devuelve al rostro su luminosidad, algo especialmente útil y necesario tras casi un año de pandemia, en el que el uso obligado de mascarillas ha hecho mella en nuestra piel. Este metal precioso ejerce un efecto instantáneo sobre la piel, aportando un toque de luz desde la primera aplicación. Esto se debe a las micropartículas de los cosméticos, que actúan reflejando la luz. Una dosis de vigor para un cutis más radiante y luminoso.
Capacidad regeneradora y antioxidante
La capacidad reafirmante y regeneradora del codiciado metal es otro de sus puntos fuertes. Cada vez más mujeres -y también hombres- caen rendidos a los tratamientos con oro. En muchos de ellos, sobre la piel limpia se colocan láminas de oro de 24 quilates y se dejan durante unos 20 minutos para que hagan efecto. De este modo, el oro entra en contacto con la piel y se produce colágeno, una proteína esencial para que la piel se mantenga firme, elástica y densa, pero que vamos perdiendo con los años. A partir de los 40, nuestro organismo disminuye su capacidad de regenerar colágeno y, como consecuencia, aparecen dolores articulares, además de líneas de expresión y arrugas, los primeros signos del envejecimiento de la piel. Las propiedades regenerativas del oro lo convierten en un gran aliado tanto en los rituales de belleza y cuidado personal como en bodas y eventos en los que queremos lucir un rostro espléndido.
Gold Luxury es uno de los tratamientos faciales más demandados, ya que contiene la mayor concentración de oro puro de 24 quilates que existe en el mercado. Además de oro puro, Gold Luxury incluye polvo de perlas de diamante y un complejo vitamínico de seda y manteca de karité, activos que ayudan a hidratar y regenerar la piel, mejoran su tono, aumentan la luminosidad y le devuelven el equilibrio, con un efecto similar al del bótox, pero sin cirugía. Este tratamiento se puede realizar en cabina, en centros especializados, mediante láminas de oro de 24K, que se aplican directamente en rostro, cuello y escote. También existe una línea facial de tratamiento en casa para mantener la piel en perfecto estado.
Como ocurre con otros activos, como las vitaminas C y E y el retinol, el oro es un potente antioxidante, y ejerce como barrera contra los radicales libres, unas moléculas inestables que destruyen las células. Los antioxidantes son clave para evitar esa degradación de la piel y también potencian la eficacia de los cosméticos que nos aplicamos. En el caso del oro, favorece que la piel asimile mejor los ingredientes cosméticos con los que comparte espacio en cremas y sérums. Uno de ellos es el concentrado iluminador L'Or de Guerlain, utilizado como base de maquillaje.
El preciado metal es un potente antioxidante que evita la degradación de la piel y potencia la eficacia de los cosméticos que nos aplicamos
Además de cremas de día y de noche y de sérums faciales, existen exfoliantes y mascarillas que incluyen este ingrediente. Los exfoliantes eliminan células muertas e impurezas y preparan la piel para el tratamiento posterior. La mayoría combinan oro con extractos de hierbas, conviene utilizarlos cada semana o 10 días y han de tener especial cuidado las pieles sensibles o irritadas.
Mascarillas faciales y capilares: populares y efectivas
Las mascarillas de 24K, por su parte, son muy populares y utilizadas en la cosmética con oro. Si vas a aplicarte una, hazlo después de un peeling y con el rostro limpio para que los activos penetren mejor. Con 20 minutos es suficiente para que la piel absorba las sustancias de la mascarilla y haga efecto. Después, masajea suavemente la zona con el sobrante y notarás la piel más tersa y luminosa desde la primera aplicación. Lo ideal es aplicarte 4 mascarillas más cada tres semanas para mantener sus beneficios. Entre las más utilizadas están las mascarillas 24K Pure Gold Treatment de la facialista Mimi Luzon que, además de oro, incluyen activos como coenzimaQ10, ácido hialurónico y extracto de melocotón, que mejoran la elasticidad de la piel, reducen la profundidad de las arrugas y relajan la tensión facial. También existen productos específicos para zonas tan finas y delicadas como el contorno de ojos. Es el caso de los parches reafirmantes con oro de 24K Foil de Iroha Nature, que mejoran la hidratación y firmeza del contorno de ojos.
Además de las mascarillas para el rostro, existen otras para mantener el cabello suave, hidratado y fuerte. Hay fórmulas con oro que nutren en profundidad y devuelven a la melena su brillo y suavidad. Este es el caso de ICON India 24K, un tratamiento acondicionador con micropartículas de oro de 24K, además de aceites de moringa, argán, ámbar, coco y oliva. Un bálsamo nutritivo y fortalecedor para el cabello.
Atenta al oro que no lo es
Como bien dice el refrán, "No es oro todo lo que reluce". En clave cosmética, tampoco. El oro es caro y, por tanto, los productos que lo contienen, también. Tanto su obtención como el proceso de formulación del mismo para que sea efectivo en la piel son costosos, por lo que el precio de los productos que contienen oro suele ser elevado.
