Llegada cierta edad nuestro físico se va deteriorando poco a poco y, aunque envejecer es inevitable, lo que sí que podemos es conservarnos mejor. Llevar un estilo de vida saludable contribuye notablemente a lucir un mejor aspecto, se tengan los años que se tengan. Por eso, es conveniente dormir las horas necesarias, hacer ejercicio y llevar una alimentación adecuada.
Aun así, hay ciertos cambios físicos asociados a la edad que son más difíciles que combatir que otros. Uno de ellos es la caída de cabello. Y es que en el 98% de los casos la alopecia es androgénica o hereditaria. Pero de todos modos, podemos crear ciertos hábitos de consumo saludables, que permitan prevenir en cierta medida esta caída. Y es que una dieta equilibrada rica en antioxidantes puede contribuir a tener una mayor salud capilar.
Qué es la alopecia y a quién afecta
La alopecia o calvicie es la pérdida anormal del cabello. Puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en la que existe pelo, y puede clasificarse en multitud de grupos, según su origen y manifestaciones. Sin embargo, su forma más frecuente es la alopecia androgénica. También conocida como calvicie común, afecta principalmente a los varones, y debe su nombre a que está provocada por la acción de las hormonas masculinas o andrógenos sobre el folículo piloso, provocando su miniaturización progresiva.
Otras formas comunes de alopecia son la alopecia areata, en la que la pérdida del pelo no es definitiva y se circunscribe comúnmente a un área determinada; la alopecia universal, que es la forma avanzada de la alopecia areata, y la alopecia cicatricial, provocada por una destrucción del folículo piloso y por tanto irreversible. Existen muchas variedades de alopecia de presentación menos frecuente que pueden estar originadas por causas genéticas, medicamentos, infecciones cutáneas, traumatismos, deficiencias nutritivas y ciertas enfermedades de la piel o generales.