Equilibrar e hidratar la piel es necesario no solo para mejorar su aspecto sino para que ésta se encuentre sana. Si quieres disfrutar de una piel sana e hidratada puedes recurrir a una serie de remedios caseros, fabricando tus propias recetas, que te darán el brillo que necesitas:
- Para un baño relajante y bueno para tu piel, llena la bañera con agua, cuatro vasos de leche y los aceites esenciales que más te gusten que hidraten y suavicen la piel. Los más indicados son los de lavanda y camomila.
- Para una cara hidratada, machaca la pulpa de una papaya, añade dos cucharadas de leche y una cucharada de miel. Mezcla, distribuye y retira pasados 30 minutos.
- Exfoliar es, también, un paso importante: combina dos tazas de azúcar moreno, una taza de azúcar blanco, una taza de aceite de girasol y una cucharada de extracto de vainilla. Reparte por tu cuerpo y cara y, si te sobra, puedes conservarlo en un recipiente hermético en el frigorífico.
- Para pieles sensibles, la mezcla será una cucharada de miel, una cucharada de nuez moscada y una cucharada de canela. Aplicar sobre la cara, dejar actuar 30 minutos y aclarar.
- Para prisas, dos ingredientes: o tomate o manzana verde, cualquiera de ellos, frotados sobre la piel (y dejando actuar 15 minutos, antes de retirar con agua caliente), le devolverá a la piel su brillo perdido.