¿Prepararse para lo impredecible? Suena a oxímoron, pero es posible. El momento de romper aguas lleva implícito cierto caos y nerviosismo, aunque lo recomendable es mantener la calma y que ambos miembros de la pareja tengan claro cómo procederán. Si irán en coche propio o taxi, por ejemplo.
Un elemento imprescindible para aplacar los nervios en ese momento es tener preparada la canastilla, de forma que todo sea tan sencillo como coger la bolsa y salir de casa rumbo a la clínica. Por eso, la Sociedad Española de Pediatría ha elaborado una guía con todos los elementos que debe incluir la bolsa que prepares para el hospital.
Para la madre
Dos camisones abiertos por la parte de adelante
Un par de sujetadores de lactancia
Ropa interior desechable
Compresas postparto
Bata Zapatillas
Calcetines
Ropa cómoda para regresar a casa
Bolsa de aseo: cepillo y pasta de dientes, jabón, toalla, desodorante, crema hidratante, etc.
Para el recién nacido
Baberos
Sillita y cochecito
Mantita para la salida
Pañales de recién nacido, toallitas para pieles sensibles y crema protectora para culito
Ropa para entre tres y cinco días
No están de más unas manoplas para que el bebé no se arañe la cara
¿Qué debe tener una canastilla?
Tener la maleta que llevaréis a la clínica perfectamente preparada puede ayudar a evitar (o mitigar) el caos que supone el momento de romper aguas.
