Cada vez buscamos seleccionar mejor qué productos nos ponemos en la cara, ya no solo por la salud de la piel, sino también por una cuestión de responsabilidad personal con el planeta. Mientras que antes comprábamos y comprábamos creyéndonos cualquier cosa que se prometía, ahora investigamos cada vez más antes de dar el paso.
Así es como poco a poco vamos descubriendo qué hay detrás de la gran lista de ingredientes que lleva un solo producto, y en muchas ocasiones, podemos llevarnos sorpresas. Pero, donde más críticos somos, es en los valores y la producción de cada producto.
Cápsulas faciales monodosis, el formato más innovador
Ya no vale con que una crema sea buena, a la marca se le pide responsabilidad con el medioambiente y procesos más sostenibles. Y en esta mezcla de salud y responsabilidad, las ampollas o cápsulas monodosis se están convirtiendo en un formato que cobra cada vez más protagonismo.
En ellas es mucho más fácil presentar ingredientes de forma pura y concentrada, como el retinol, la vitamina C o el ácido hialurónico. Seguro que al pensar en este tipo de producto te vienen a la mente las de Elizabeth Arden, ya que comenzaron siendo las más populares, adoradas por las pieles secas, pero demasiado aceitosas para las pieles más grasas.
Sin embargo, hay fórmulas adaptadas a todo tipo de pieles. Por ejemplo, el ácido hialurónico de Roc tiene una textura de aceite en seco que se absorbe en solo unos segundos, ideal para las pieles grasas. Y lo mismo ocurre con el retinol desarrollado también por Roc -que suele ser un ingrediente problemático-, con su textura ligera e hidratante no se hace nada pesado para las pieles grasas.

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5 razones por las que deberías usar ampollas monodosis
Pero hay motivos para usarlas más allá de la concentración de la fórmula y lo que esta puede conseguir de la piel. Puede que algunos ya los supieses, pero seguro que alguno te sorprenderá.