Hubo una época en la que la vestimenta distinguía a los ricos de los pobres y a los hombres de las mujeres. Sin embargo, desde hace algunas décadas, observamos cómo cada vez un mayor número de personas lleva la misma tipología de ropa, la deportiva.
Si le preguntas a cualquier persona por la calle te dirá que la ropa de deporte es más casual, pero puedes ponértela para ir a cualquier sitio, y que además siempre suele quedar bien.
El origen de la moda athleisure, cuando aún no se llamaba así
El término athleisure es nuevo, pero la práctica no. Todo empezó con el tiempo libre, que se asociaba con las clases dominantes. Aristócratas y nobles tenían más tiempo de ocio que el resto de la población porque sus esclavos o criados hacían todo el trabajo.
Sin embargo, hace aproximadamente un siglo, el nivel de vida de la gente normal mejoró en los países industrializados gracias a la tecnología, que ahorraba tiempo y esfuerzo a los trabajadores, hecho que dio lugar a las normas sobre el horario laboral.
La revolución de la moda athleisure aparece cuando las clases medias empiezan a disponer de tiempo libre y comienzan a practicar deporte, lo que supuso que en países como Estados Unidos o Alemania se abriesen espacios concretos para la práctica deportiva, como el levantamiento de pesas o el salto. ¿Sabías que ese fue precisamente el principio de los gimnasios modernos tal y como los conocemos en la actualidad?
Inicialmente los gimnasios estaban segregados por sexos, por lo que, lejos de las miradas del otro, hombres y mujeres empezaron a llevar ropa más cómoda, por ejemplo, con mangas más holgadas y sin cubrir todas las extremidades. Al dejar los brazos y las piernas por debajo de las rodillas al aire, nacieron los bombachos, que progresivamente se fueron imponiendo en la sociedad.
Esa primera ropa deportiva, especialmente en el caso de la mujer, fue poco a poco siendo aceptada, sobre todo cuando ellas pudieron empezar a realizar deporte en los colegios y se generalizó el uso de la bicicleta, que no se podía conducir con corsés, crinolinas o miriñaques.
El tenis: un deporte pionero en la ropa athleisure
¿Has visto imágenes de cómo se jugaba a tenis a principios del siglo XX? En 1900 las tenistas llevaban faldas largas, manga larga y corsé. Después empezaron a usar faldas más cortas. Con el tiempo, aún se acortaron más, hasta por encima de la rodilla, llevando incluso camisetas sin mangas, medias y cintas en la cabeza para absorber el sudor.
Las prendas de deporte que se usaba para jugar al tenis poco a poco se fue poniendo de moda, y a principios de los años 20 del siglo pasado llegó incluso a protagonizar portadas de revistas de moda femenina.
Las prendas deportivas siguieron popularizándose y traspasaron gimnasios, pistas de tenis y campos de golf para adentrarse en otros ámbitos, como la vida profesional, hasta el punto de que muchas prendas con las que la gente pasaba su vida cotidiana y se sentía libre y cómoda era originalmente vestimenta de deporte. Los zapatos deportivos vienen del croquet, las camisetas de cuello redondo del remo y el cuello de cisne del polo.

El nacimiento de la ropa de esport o sportswear
¿Cuáles fueron las principales características? Ese nuevo estilo informal nació en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Su principal valor era que resultaba muy cómoda y fácil de lavar.
Además, más allá de los cambios sociales que acompañaron el progresivo uso de las prendas deportivas, esta nueva moda impulsó un cambio tecnológico: la progresiva introducción de fibras sintéticas. Anteriormente las prendas se fabricaban gracias a las fibras animales de los gusanos (seda), las ovejas (lana) y las cabras (cachemir), o las fibras vegetales de las plantas como la linaza (linen) o la planta de algodón.
En los años 70 del siglo pasado se desarrollaron nuevas telas que resultaban aún más cómodas y menos pesadas, por ejemplo, si se mojaban. Así nació el nylon, que se popularizó con rapidez, especialmente en una prenda que revolucionó la estética de las piernas de las mujeres: las medias.
Unos años más tarde nació la licra, una fibra sintética que revolucionó la manera de practicar deporte y con ello el conjunto de la moda deportiva. La licra permitía llevar prendas que se ajustaban más al cuerpo y aun así seguían siendo cómodas. Fue de esta manera como se creó la ropa entallada sin costuras ni cortes complicados ni caros. Este material se introdujo en la ropa para nadar, esquiar, montar en bici, bailar y practicar yoga.
Con el paso de los años se introdujeron cambios e innovaciones en la fabricación de las prendas de licra que permitieron que no se ajustase tanto, evitando que marcase la zona genital, cosa que resultaba incómodo tanto para hombres como para mujeres. Esas mejoras lograron que la ropa ajustada de licra fuese más discreta, lo que impulsó su uso y la convirtió en lo que es hoy: una prenda que puedes ponerte para una gran varieda de ocasiones. Desde las primeras formas de blusas que dejaban ver un brazo hasta el uso masivo de las mallas de licra ha llovido mucho.
La televisión, los actores y las actrices que practicaban ejercicio físico, pero también la creciente fama de los deportistas gracias al conjunto de los medios de comunicación, impulsó una progresiva aceptación de las formas de los cuerpos en el espacio público si se relacionaban con el deporte.
Y tú, ¿sueles llevar en tu día a día ropa deportiva para sentirte más cómoda?