Tal y como comentábamos recientemente cuando hablábamos de los peligros del sol sobre nuestra piel, no hay duda de que el verano es la estación que más daña nuestra piel y nuestro cabello. Ahora que nos vamos acercando al final del verano, empezamos a ver la huella de todos esos excesos estivos: la sequedad de nuestro cabello y la decoloración causadas por el cloro y el salitre, alguna que otra mancha nueva sobre la piel como consecuencia de las horas de exposición al sol o la aparición de finas arrugas son solo algunos de los signos de que tenemos el pelo y la piel deshidratados.
De hecho, algunos estudios han remarcado que hasta el 80% del envejecimiento de la piel está causado por la radiación solar. A esto hay que añadir, además, otros agentes externos que dañan nuestra piel durante el verano, como las picaduras de insectos o el hecho de que nuestros pies se resecan más fácilmente al utilizar calzado abierto. En cuanto a nuestro pelo, la sequedad se produce fundamentalmente al dañarse la melanina y la queratina presentes en el cabello, algo que también es consecuencia del efecto de la luz solar.
Sí, puede que nos hayamos puesto un poco dramáticos, al fin y al cabo, es tan sólo un pequeño precio a pagar por haber disfrutado de unas vacaciones de lujo, pero es innegable que cuando llega septiembre nuestro pelo y nuestra piel no se encuentran en su mejor momento. Por eso es necesario que prestes atención a tu cuerpo y que sigas algunos hábitos que te permitirán volver a lucir una piel radiante y un pelo sedoso de forma natural, para que hagas frente a “la vuelta al cole” con tu mejor cara. ¿Qué cómo hay que hacerlo? No te preocupes, aquí tienes algunos consejos de belleza muy sencillos que te ayudarán a conseguirlo:
Di sí a los sérums
Tal y como ya remarcamos cuando te enseñábamos los secretos del ‘K-Beauty’, el ritual de belleza coreano que se ha puesto tan de moda, el sérum es el producto estrella para dar energía e hidratar la piel, especialmente después del verano. La gran variedad de fórmulas que existe en el mercado facilita que podamos dar con el sérum ideal que penetre en la piel y sea capaz de reparar las células. El sérum antimanchas de Skin Genetics, por ejemplo, regula la melanina y promueve la renovación celular, por lo que es perfecto para poner nuestra piel a punto ante un cambio de estación.
El poder de las vitaminas
Para conseguir que tanto nuestra piel como nuestro cabello luzcan sanos y brillantes, hemos de tener en cuenta que la belleza empieza en el interior. Eso quiere decir que seguir una dieta equilibrada y lo más natural posible es imprescindible para mejorar nuestro aspecto exterior. Para ello, la vitamina C y el manganeso son unos de nuestros mejores aliados, ya que contribuyen al buen funcionamiento de nuestro metabolismo y regulan la formación de colágeno, responsable de mantener la firmeza y la elasticidad de la piel.
Hidrátate por dentro y por fuera
A la hora de recuperar nuestro cabello, mantener una hidratación capilar completa es lo más importante. Para ello, lo más aconsejable es optar por productos que no contengan sulfatos, parabenos, alcohol ni ningún colorante artificial. El aceite de argán, por ejemplo, tiene una gran capacidad reparadora y es absorbido rápidamente por el cabello, dejándolo suave y nutrido. Otro de los candidatos ideales para rehidratar el pelo es el aceite de Monoi, que se extrae infusionando pétalos de gardenias de Tahití en aceite de coco. Ambos aceites son perfectos para aportar la vitalidad y la nutrición que tu cabello necesita.
Trata tu cabello con delicadeza
Otro de los factores que a menudo pasamos por alto en nuestro cuidado capilar es el peinado. Si queremos que nuestra melena luzca espectacular, debemos evitar cepillos y peines que causen tirones. Hoy en día existen productos especialmente diseñados para evitar la rotura capilar, como la gama de cepillos Tangle Teezer, cuyo sistema de púas está creado para desenredar hasta las melenas más rebeldes.
Los acondicionadores son tus aliados
Para llevar a cabo una hidratación profunda del cabello después del verano, no basta con utilizar una buena mascarilla un par de veces por semana. Pese a que si se usan en exceso pueden hacer que el pelo se engrase, los acondicionadores ayudan a conseguir que nuestro cabello recupere su fuerza y brillo.