Hace unos meses poca gente sabía que era un coronavirus, ahora es el tema de conversación estrella que se escucha en el trabajo, las calles o los bares de todo el mundo, también por el eco que se ha hecho desde los medios de comunicación. El coronavirus se originó en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019 con cientos de casos, pero ahora el virus ya se ha extendido por todos los continentes con casi 95.000 casos de infectados y más de 3.200 fallecidos.
España es el tercer país de la Unión Europea con más casos de Covid-19 por detrás de Italia y Alemania, en concreto hay 228 contagios y 2 muertos. Según el Ministerio de Sanidad, para protegerse del coronavirus es indispensable lavarse las manos frecuentemente, evitar tocarse los ojos, nariz y boca, ya que las manos facilitan su transmisión, cubrirse la nariz y la boca con el codo flexionado al toser o estornudar y usar pañuelos desechables para eliminar secreciones respiratorias.
Mortalidad del coronavirus y la gripe
A pesar del alarmismo y las fake news sobre la gravedad del coronavirus, la gripe común en España ya se ha cobrado 6.300 vidas desde que empezó el año mientras que de momento el Covid-19 solo dos. Aun así, es cierto que las cifras indican que el coronavirus es más mortal que la gripe común. Las cepas de gripe estacional matan al 0,1% de las personas infectadas mientras que las primeras estimaciones de la tasa de mortalidad por coronavirus de Wuhan, el epicentro del brote, son de entre el 2 y el 4%, según los últimos datos de la OMS. Fuera del área de esta ciudad la tasa de letalidad se reduce a un 0,7%.
La tasa de mortalidad por coronavirus podría ser aún más baja si, como sospechan la mayoría de los expertos, hay muchos casos que no se han detectado en los que los pacientes son asintomáticos o presentan síntomas leves. Esto haría que la cifra se redujera significativamente. Un nuevo informe sobre 1099 casos de muchas partes de China, publicado el pasado viernes en The New England Journal of Medicine, encuentra una tasa más baja: el 1,4%.
Como vemos, aunque la tasa de mortalidad del Covid-19 es un poco más alta que la de la gripe, no se acerca ni de lejos a los altísimos niveles del ébola, que puede alcanzar el 90%, o la malaria. Sin embargo, el seguimiento informativo que se está haciendo es parecido o incluso superior al que se hizo de estos dos virus. Es por eso que la población tiene la percepción errónea de que el coronavirus es muy peligroso, a pesar de la llamada a la calma de los expertos.
Síntomas del COVID-19 y de la gripe
Según la OMS, los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal.
La mayoría de las personas, sobre el 80%, se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas como problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.
Muchos de los síntomas del coronavirus y de la gripe estacional son similares. Ambas provocan fiebre, tos, fatiga o dolor de cabeza y de garganta. Sin embargo, la gripe provoca frecuentemente dolor muscular o mialgias, cosa que no pasa en la mayoría de las infecciones por coronavirus, según Jordi Reina, jefe de la unidad de Virología del Hospital Son Espases de Mallorca. En el caso del Covid-19 se produce en la gran mayoría de los casos una tos seca, sin expectoración, explica el experto en epidemiologia del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla.
Tratamientos disponibles
De momento no existe cura para el coronavirus, aunque se está investigando en una vacuna en distintos países. Los médicos pueden recomendar solo los remedios habituales para cualquier enfermedad viral como el descanso, medicamentos para reducir el dolor y la fiebre, así como líquidos para evitar la deshidratación. Los pacientes de coronavirus con neumonía grave también pueden llegar a necesitar oxígeno y un respirador.
No obstante, para la gripe existen vacunas y, en caso de contraerla, también recetan medicamentos. Aunque no son curas milagrosas, pueden disminuir la gravedad de la enfermedad, acortar su duración y reducir el riesgo de complicaciones graves.