Existen enfermedades que, a pesar de que pueden llegar a ser potencialmente graves, se han controlado tanto que ya estamos acostumbrados a ellas y las hemos normalizado. Un claro ejemplo sería la gripe, pero otro del que también se podría hablar largo y tendido es la diabetes.
Aunque muchas personas lo asocien con la obesidad, la verdad es que esta enfermedad -en muchos casos con factores genéticos- no siempre está relacionada, ya que se trata de un funcionamiento incorrecto del páncreas. Existen tres tipos principales de diabetes: tipo 1, tipo 2 (la más común) y gestacional (durante el embarazo), pero todas están más que controladas.
¿Qué es la diabetes?
Se trata de una enfermedad crónica que afecta a las personas que no generan insulina o lo hacen de forma incorrecta. La insulina que generamos en el páncreas es la hormona que permite que el azúcar en sangre (glucosa) que se ha generado con los alimentos que hemos comido pase a las células en forma de energía.
Si no tenemos esa hormona o no funciona bien, nuestras células no tendrán energía, y el azúcar se quedará en la sangre, con lo que a largo plazo acabará generando unas consecuencias muy negativas para nuestra salud, como enfermedades cardiovasculares, pérdida de la visión y enfermedades de los riñones.
Aunque no existe una cura, hoy en día si se diagnostica es muy sencillo aplicar un tratamiento adecuado que, combinado siempre con una alimentación saludable y equilibrada y hábitos de vida saludables, permita tener una vida normal y de calidad.

Todo lo que debes saber sobre la diabetes y cómo prevenirla
Causas de la diabetes
En el caso de la diabetes tipo 1 y la gestacional están causadas, principalmente, por factores genéticos o cambios hormonales, por lo que no se puede hacer nada para prevenir su aparición. Sin embargo, en el caso del tipo 2 se ha demostrado que llevar una vida más saludable sin sedentarismo y con una alimentación sana y equilibrada puede ayudar a prevenirla.