Nuestros huesos y articulaciones se debilitan con los años y pueden llegar a suponernos un verdadero quebradero de cabeza en forma de fracturas o dolor articular. La artrosis o la artritis son las más comunes pero te dejamos otras enfermedades que también son comunes y que pueden sufrir tus huesos.
1. Osteoporosis
¿Qué es? “En la osteoporosis existe una reducción en la cantidad y calidad del hueso de modo que se vuelven frágiles y aumenta la posibilidad de que se fracturen”, responde la portavoz de la SER. Las personas con osteoporosis frecuentemente sufren fracturas de los huesos de las muñecas, la columna y la cadera.
Edad de riesgo. El riesgo aumenta con la edad, especialmente tras la menopausia en el caso de las mujeres. “Aproximadamente dos millones de mujeres padecen osteoporosis en España, con una prevalencia en la población posmenopáusica del 25% (una de cada cuatro)”, señala la Dra. Montserrat Romera.
Síntomas. Es posible tener osteoporosis y no saberlo puesto que no se asocia a ningún síntoma. En la mayoría de las ocasiones se detecta tras la primera fractura. Para el diagnóstico se realiza una prueba de densidad ósea, que mide la fortaleza y densidad de los huesos.
Prevención. “Para prevenir la osteoporosis hay que fomentar hábitos de vida saludables mediante la práctica de ejercicio físico, una dieta adecuada y evitar tabaco y alcohol”, indica la reumatóloga. La experta recomienda también evitar las caídas controlando los peligros del hogar, desde alfombras, la bañera, la mala iluminación, los zapatos resbaladizos o el consumo de alcohol.
2. Artrosis
¿Qué es? “Es una de las enfermedades reumáticas más frecuentes. Se produce por un desgaste progresivo de los cartílagos articulares. Puede ser de manos, columna cervical y lumbar, caderas y rodillas”, explica la doctora del Hospital Universitari de Bellvitge.
Edad de riesgo. “Está ligada al envejecimiento”, informa la Dra. Romera. La mitad de los mayores de 50 años muestra signos radiológicos de artrosis de rodilla aunque es más frecuente en mujeres, sobre todo a partir de 55 años, según datos de la Fundación Española de Reumatología.
Síntomas. Provoca dolor en las articulaciones, deformidades óseas y rigidez. El dolor se desencadena con el movimiento pero tiende a mejorar con el reposo.
Prevención. “El control de peso y la práctica de ejercicio físico pueden influir en la prevención de la artrosis. Las personas con obesidad tienen casi siete veces más de posibilidades de sufrir de artrosis que las personas con peso normal”, advierte la reumatóloga.
3. La gota
¿Qué es? La también conocida como enfermedad de los ricos se produce por la acumulación en las articulaciones de cristales de una substancia llamada ácido úrico. “Es una de las pocas patologías reumáticas que se puede curar con un tratamiento adecuado”, explica la portavoz de la SER.
Edad de riesgo. Más que por la edad está condicionada por la predisposición genética.
Síntomas. Causa ataques de dolor e hinchazón en las articulaciones, sobre todo en el dedo gordo del pie.
Prevención. La obesidad, el alcohol o una alimentación con mucho marisco, carnes rojas, vísceras o pescado azul son desencadenantes de la enfermedad, aunque no la causa.
4. Artritis reumatoide
¿Qué es? Se inflaman las articulaciones periféricas (manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas). Además del dolor, las articulaciones se inflaman y se quedan rígidas. Si esta inflamación se cronifica puede llegar a afectar a otros órganos como el corazón.
Edad de riesgo. Suele presentarse entre los 45 y los 55 años y es más frecuente entre las mujeres. Afecta aproximadamente a unas 200.000 personas en España.
Síntomas. Produce dolor e hinchazón. A quienes la padecen les cuesta moverse por las mañanas, es lo que se conoce como rigidez matutina. Esta rigidez dura más de media hora. En los casos más graves provoca fiebre, cansancio, astenia, pérdida de peso y pérdida de apetito. Es la más incapacitante de las enfermedades reumáticas.
Prevención. El tabaco y las infecciones en la boca aumentan el riesgo de padecer artritis reumatoide. Una vez diagnosticada es “importante llevar un adecuado control de la enfermedad puesto que destruye las articulaciones, produce una enorme limitación funcional, deteriora la calidad de vida y acorta la esperanza de vida de los pacientes”, advierte la reumatóloga.