El calor y la actividad física hacen que perdamos una gran cantidad de sustancias indispensables para el organismo que necesitamos recuperar nuevamente para el correcto desarrollo de todas las funciones vitales. Una de las formas más eficaces para conseguir rehidratarnos son las bebidas isotónicas. Pero, ¿te las tomas después de hacer ejercicio? Puede que seas una de las muchas mujeres que no ingerimos este tipo de bebidas porque no estamos habituadas a ellas o porque no consideramos sus beneficios. Por eso, ¡vamos a descubrirlo juntas!
¿Qué son las bebidas isotónicas?
Son bebidas rehidratantes o deportivas que favorecen la absorción del agua y que se caracterizan por su gran capacidad de rehidratación y por su poder para reponer las sustancias perdidas duranta la práctica deportiva y recuperar líquidos. Están compuestas con bajas dosis de sodio que suelen presentarse como cloruro de sodio o bicarbonato sódico, azúcar o glucosa. Asimismo, incluyen potasio y otros minerales indispensables para la absorción de agua y la recuperación del organismo.
Hay que tener claro que una bebida isotónica no es una bebida energética ni estimulante, ya que no contiene ningún tipo de sustancia que se encargue de ello. Su función es únicamente, como ya se ha dicho, reponer las sales minerales y nutrientes perdidos tras hacer ejercicio.
Las bebidas isotónicas están compuestas por agua, hidratos de carbono de absorción rápida (fructosa, glucosa, sacarosa y dextrosa) y electrolitos (sales minerales como sodio, potasio, cloro, fósforo y magnesio), pero para que sean adecuadas e indicadas para su consumo, el organismo las ha de poder reconocer. Para ello, deben tener la misma concentración de compuestos en solución que en nuestra sangre.
¿Cuándo tomarlas?
Este tipo de bebidas no son recomendadas para tomarlas sin motivo aparente, ya que su alto porcentaje en sales minerales puede resultar perjudicial para el correcto funcionamiento de los riñones y del corazón. Asimismo, pueden suponer la variación de los líquidos corporales. En consecuencia, se debe tener precaución y tomarlas en el caso de que se realicen entrenamientos de alta intensidad y prolongados o realizados ante factores climatológicos desfavorables.
Las bebidas isotónicas aumentan la tensión por lo que no deben ser consumidas por niños, ya que podrían ocasionar hipertensión en su futuro. Además, pueden aumentar el riesgo de padecer obesidad y sobrepeso, así como problemas de caries. Tampoco deben ser ingeridas por personas con hipertensión o por las que tienen enfermedades renales.
Dos tipos de bebidas isotónicas
En función de la cantidad de hidratos de carbono simples y complejos que contengan estas bebidas, se clasificaran entre:
Un mayor contenido en azúcares de rápida asimilación
Contienen glucosa, fructosa, sacarosa y otras sustancias que permiten recuperar la energía rápidamente. Es la indicada para los casos en que realizamos deportes que requieren una alta intensidad, pero que no son de larga duración. Por lo que se trata de ocasiones en que se suda mucho y se produce una rápida y considerable bajada de azúcar en sangre. En consecuencia, las reservas se agotan fácilmente.
Un mayor contenido en hidratos de lenta asimilación
Contienen dextrinomaltosa, polímeros de latosa o almidones y son las recomendadas para consumir tras un ejercicio prolongado, pero de baja intensidad. Nos permiten mantener el nivel de azúcar indicado durante más tiempo e ir reponiendo fuerzas gradualmente.