Tras tantos meses de confinamiento y todavía conviviendo con la pandemia del coronavirus, son muchos los niños y niñas que están siendo diagnosticados con estrés o ansiedad.
Según datos de la clínica Boca a Boca Dental, se ha comprobado que este estrés puede derivar en problemas dentales: aparece un hábito involuntario que hace que los pacientes aprieten la mandíbula intensamente y hagan rechinar los dientes. Lo que se conoce como bruxismo.
La Dra. Romina Vignolo de dicha clínica apunta que son cada vez más los pacientes infantiles que acuden a la clínica por un bruxismo que antes no padecían: “la Covid-19 ha afectado a muchos niños debido al estrés que les ha supuesto el confinamiento, el uso de mascarillas, la incertidumbre de no saber cuándo va a terminar… todo ello está teniendo graves consecuencias en su salud bucodental”.
¿Cuándo sucede el bruxismo?
Se trata de un problema que sucede, generalmente, durante la noche. Además, se da con mayor frecuencia en niños entre los seis y diez años.
Al apretar o rechinar los dientes se produce un uso excesivo de los músculos de la mandíbula, que puede derivar en contracturas en cuello y cabeza, dolor de oídos, bloqueos de la mandíbula, desgaste de las piezas dentales, dolores de cabeza y molestia al masticar.
Además, en el bruxismo infantil, puede provocar la caída de los dientes de leche antes de tiempo.
Factores que lo provocan
Jesús Fleta Zaragozano, de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, explica que existen tres factores que son los que suelen provocar el bruxismo.
- Factores odontológicos: precipitan el bruxismo las malaoclusiones esqueléticas, otras alteraciones oclusales y las restauraciones defectuosas.
- Factores psicológicos: a menudo el bruxismo puede ser una respuesta a problemas personales no resueltos o a la imposibilidad de expresar sentimientos de ansiedad, odio o agresividad. La tensión emocional, la ansiedad y el estrés son factores importantes en la etiología del bruxismo.
- Factores relacionados con el sueño: para muchos especialistas, el bruxismo nocturno es una parasomnia. ¿Y qué es una parasomnia? Una situación psíquica indeseable que ocurre durante el sueño. Es importante destacar que las parasomnias en la niñez representan una variación normal en el proceso de maduración del sistema nervioso central.
¿Cómo debe tratarse?
Según Jesús Fleta Zaragozano, el tratamiento del bruxismo en niños debe ser lo menos invasor posible, evitando acciones clínicas y farmacológicas. “El tratamiento de primera elección debe comenzar por una información y educación tanto a los padres como al niño o niña, teniendo en cuenta los factores psicológicos”, explica.
Si se dan casos de bruxismo persistente, es fundamental el papel del odontólogo a la hora de prevenir o reducir los efectos nocivos.
En estos casos, la solución más eficaz es la ortodoncia u ortopedia dental para mejorar la relación inter arcada. Otra solución, aunque es menos empleada en niños, es utilizar una férula de descarga por la noche que crea una barrera física entre la parte superior e inferior, evitando que puedan apretarse los dientes. A la larga, estas férulas protegen el sistema masticatorio y disminuyen la carga en la articulación temporomandibular.
Una recomendación de Boca a Boca Dental es colocar una toalla caliente contra la mejilla del niño o niña, delante del lóbulo de la oreja, para ayudar a relajar los músculos de la zona. Asimismo, la práctica de actividades relajantes antes de ir a dormir puede ayudar a disminuir la sensación de miedo o estrés que pueden causar el bruxismo nocturno.
