El cáncer de próstata es el tumor más diagnosticado entre varones. Una cifra muy similar a la del cáncer de mama. Sin embargo, la percepción es muy diferente. Mientras que las mujeres, desde muy jóvenes, acuden con regularidad a revisiones ginecológicas, en el caso de ellos las visitas se retrasan o incluso no llegan hasta que los síntomas son ya latentes. ¿Por qué tanta demora?
Solo en España y este año, se han diagnóstico un total de 35.126 casos de cáncer de próstata, según estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Unas cifras que ponen de relieve la necesidad de visibilizar y concienciar a la población de lo importante que es para los varones el cuidado de su salud.
Pese a ello, continúa existiendo un estigma social en cuanto a la próstata, las pérdidas de orina y otras cuestiones relacionadas con la virilidad. Mientras que las mujeres se palpan regularmente el pecho para detectar cualquier posible alteración, también en el caso de los hombres debería existir esa exploración genital. Una serie de rutinas que pueden ayudar a fomentar el diagnóstico precoz y la clasificación adecuada y a tiempo de los tumores según su gravedad.
¿Cuándo deben acudir los hombres a su primera revisión al urólogo? Las mujeres saben que no hace falta esperar a su primer hijo para acudir al ginecólogo, con las primeras relaciones sexuales ya es necesaria una visita. ¿Y en el caso de ellos? La concepción de una masculinidad basada en la idea de que el hombre no sufre, no padece, símbolo de la fortaleza, poco a poco va decayendo.
Sin embargo, la salud masculina todavía es tabú para muchos varones. Además, el hecho de que el cáncer de próstata se asocie con la pérdida de orina e impotencia sexual influye todavía más en su ocultación. Pero no, no se trata de ningún fantasma.
Uno de cada siete hombres padecerá cáncer de próstata y muchos casos podrían detectarse con una revisión al urólogo.
Muchos de ellos desconocen cuándo y ante qué situaciones deben asistir por primera vez a una revisión al urólogo, a pesar de que se trata de un aspecto clave a la hora de prevenir y detectar enfermedades.
Según los expertos, los hombres deben acudir a su primera revisión prostática a partir de los 50 años, aunque si se trata de un paciente con antecedentes familiares de primer grado de cáncer de próstata (padres y hermanos) deben visitarlo a los 40. Además, con estas revisiones prostáticas en las que se realiza un análisis de sangre, un tacto rectal y una ecografía urológica, se consigue diagnosticar cerca del 90% de los tumores de próstata.
La próstata y su funcionamiento
La próstata es un pequeño órgano del tamaño de una nuez situado justo debajo de la vejiga y que solo lo tienen los hombres. Además cumple una función reproductora, puesto que produce el líquido seminal que protege y alimenta los espermatozoides. También es crucial en la función urinaria, ya que la uretra, el conducto por el que se transporta la orina a través del pene, pasa por la próstata.
Lo que ocurre con la próstata es que a partir de los 40 años empieza a crecer y con los años dar lugar a diferentes problemas que no solo son cáncer de próstata y que es importante tener en cuenta:
- Prostatitis: es una inflamación puntual de la próstata, habitualmente por una infección bacteriana. Es muy frecuente y afecta casi a la mitad de los hombres en algún momento de su vida. Puede resolverse sin problemas.
- Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP): es un crecimiento demasiado rápido de la próstata, que hace que se comprima el conducto de la orina y es el principal responsable de los problemas para orinar en hombres mayores de 50 años
- Cáncer: es un crecimiento por células malignas. Pese a su crecimiento lento es el tercer cáncer más mortal, tras el de pulmón y digestivo. Y eso que muchos podrían detectarse a tiempo, pero sólo en una revisión, puesto que en ocho de cada nueve casos no de síntomas hasta que ya está avanzado. La hiperplasia, suele ser la antesala del cáncer.
Respecto al cáncer, no hace falta esperar a que lleguen los síntomas para acudir a un especialista. Muchos de los síntomas van desde la micción frecuente, flujo miccional débil o interrumpido, o necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga, urgencia de orinar frecuentemente por la noche, sangre en la orina y en el líquido seminal, aparición de disfunción eréctil, dolor o ardor al orinar y molestias o dolor al estar sentado.
Ahora, más allá de las revisiones periódicas tan necesarias, te mostramos otros consejos par cuidar y prevenir el cáncer de próstata.