Uno de los juegos de móvil más populares de los últimos años es Pokémon Go, que en poco más de tres años ha superado la cifra de mil millones de descargas. La aplicación basada en la famosa serie japonesa consiste en buscar monstruos virtuales por la calle que este juego de realidad aumentada te invita a cazar. A veces los monstruos son tan fuertes que solo los puedes atrapar si vas en compañía de otros jugadores.
Por eso, en ciudades de todo el mundo, ha aparecido un nuevo fenómeno: encuentros entre desconocidos que quedan a una hora y un lugar para capturar juntos un pokémon rebelde. Solo en la ciudad de Badalona, el juego mobiliza cerca de 1.000 personas. Curiosamente entre los asistentes hay algunos jubilados, que acuden por recomendación de algunos trabajadores sociales sanitarios del Barcelonès Norte y el Bajo Maresme.
El objetivo es hacer que salgan más de casa, que anden un buen rato y que se relacionen más con sus nietos o con otros aficionados del juego. Cazar pokémons se puede haber convertido en la nueva receta para combatir la soledad y el sedentarismo entre los mayores.
Trabajo social a través de Pókemon Go
La iniciativa que se lleva a cabo en Badalona se gestó a partir de la experiencia de Jordi Piera, profesor de informática de la Universitat Oberta de Catalunya y director de Innovación, Investigación y Tecnologías de la Información de Badalona Servicios Asistenciales. Piera conocía el juego por la afición de sus hijos y había hecho muchos kilómetros para cazar pókemons.
La idea de aplicarlo a gente mayor nació cuando una trabajadora social le comentó que tenía un paciente que pasaba mucho tiempo encerrado en casa y que solo salía de vez en cuando para ver los nietos. Entonces les plantearon a los nietos que lo animasen a jugar. “Ahora este señor ahora anda mucho, está muy moreno y es otro” relata el experto de la UOC. También destaca el caso de una mujer que ahora usa un reloj inteligente y así sabe que cada día hace entre 30.000 y 40.000 pasos.
Tenemos claro que la pandemia más grande que vivirán las sociedades desarrolladas es la soledad de las personas de edad avanzada. Estos sistemas ayudan a combatirla sacando la gente a la calle y haciéndole sentir que pertenece a un colectivo más grande
Aun así, Piera admite que el uso de las nuevas tecnologías les cuesta tiempo de aprender a las personas mayores, pero que acaban sabiéndolas utilizar muy bien, sobre todo con la ayuda de familiares.
Acerca a los seres queridos
Andrea Rosales, investigadora del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC, destaca que “las tecnologías digitales ofrecen a las personas mayores la oportunidad de compartir espacios digitales con sus seres queridos”. Aunque también advierte que, si una persona mayor no tiene ganas de jugar y andar, va a ser difícil que acceda a ello.
Las tecnologías no cambiarán su estilo de vida, pero si un profesional de la salud le recomienda usarlas, quizás sí que tendrá una motivación para hacer este cambio
Cohesión social y sentimiento de pertenencia
Piera junto con otros investigadores del grupo de investigación Open Evidence de la UOC, lleva a cabo un estudio de investigación a partir de los datos anónimos de un chat que creó para organizar los encuentros en Badalona, donde hay personas de todas las edades. Pretenden saber cuánto andan cada día las personas con motivo del juego, el número de veces que quedan y las redes de relaciones que establecen.
De momento han demostrado que el juego incrementa drásticamente el número de contactos entre personas y sugieren que se establecen vínculos que parecen duraderos y que fomentan la cohesión social y el sentimiento de pertenencia.
Otros estudios con jugadores de Pokémon Go, como el de la Universidad de Duke, demuestran que fomenta el ejercicio físico. Concretamente, los participantes de este estudio habían aumentado de media casi 2.000 pasos diarios.