Uno de los principales síntomas que empezó a alertarnos del coronavirus fue la fiebre. Un síntoma igual de preocupante para las madres y padres que tienen niños pequeños y no saben qué hacer para bajar su temperatura. Igual que es un síntoma de otras muchas enfermedades o problemas de salud.
Aunque es una reacción natural de nuestro cuerpo que aumenta la efectividad del sistema inmunológico, puede llegar a ser muy dolorosa, pero también peligrosa cuando pasa de cierta temperatura. En general, además del dolor de cabeza, suele ir acompañada de temblores, escalofríos, sudores y mucho malestar que hace imposible seguir una rutina cotidiana.
¿A partir de cuánto es fiebre o febrícula?
Una de las dudas más comunes es a partir de qué temperatura se considera fiebre. Seguro que has oído eso de que con unas solas décimas te encuentras tan mal como con varios grados de más, pero ¿eso es fiebre o febrícula?
- Temperatura normal: Entre 35º y 37º.
- Febrícula: De 37º a 38º.
- Fiebre: De 38º a 39º.
- Fiebre alta: De 39º a 40º.
- Urgencias: Más de 40º. Cuando la temperatura supera los 41º se conoce como hiperpirexia, no fiebre.

Cómo bajar la fiebre en adultos
En adultos sanos, no es necesario bajar la febrícula o fiebre siempre que no llegue a los 38º. A partir de ahí, será aconsejable empezar a tratarla. En cambio, personas mayores y aquellas que sufren diabetes, insuficiencia renal o cardíaca, o algún otro problema de salud considerable, es mejor que no se pase nunca de los 38º, ya que puede afectar a órganos que de normal ya no funcionan del todo bien.
Teniendo esto en cuenta, lo que hay que hacer es empezar con los remedios naturales que ayudan a bajar la temperatura sin necesidad de medicamentos. Si se tiene mucho dolor o nos damos cuenta de que no podemos controlarla y sigue subiendo, se puede tomar paracetamol o ibuprofeno.
Remedios caseros para bajar la fiebre de forma natural
- Desabrigar el cuerpo: aunque en algunas fases el enfermo sienta la necesidad de taparse por los escalofríos, es mejor estar desabrigado para intentar bajar la temperatura corporal.
- Paños de agua fresca: mojar paños en agua no muy fría y ponerlos en zonas como la frente, las axilas y las ingles ayuda a bajar más rápido la temperatura y produce más alivio.
- Baño de agua tibia: si los paños no son suficiente, darse un baño en agua tibia (muy importante que no esté muy fría para evitar los cambios bruscos de temperatura) puede ser muy relajante.
- Mucha hidratación: evitar la deshidratación que se puede dar por el sudor es muy importante, especialmente si también se tienen vómitos o diarreas.
- Té de salvia: esta infusión ayuda a transpirar y, por tanto, a bajar la temperatura.
- Jenjibre: este antiviral natural ayuda a liberar calor del cuerpo, lo que ayudará a bajar la temperatura. Puede usarse en infusión o en un baño de polvo de jengibre de unos diez minutos.
- Clara de huevo:debido a su viscosidad, la clara de huevo puede actuar como gel refrescante que absorbe el calor. Se recomienda mojar servilletas de papel en claras de huevo batidas y aplicarlo en los pies bajo unos calcetines.

Cómo bajar la fiebre en niños
En el caso de los niños, siempre es aconsejable acudir al pediatra si el bebé tiene menos de tres meses o si esta dura varios días seguidos, independientemente de la temperatura.
En el caso de los niños más mayores, hasta los 38º no será necesario si el niño no tiene otros problemas. Eso sí, si pasa los 38º y el pequeño tiene debilidad, hay que empezar a bajarla para evitar que siga subiendo y se acerque a los 40º, lo que ya sería más peligroso por la posibilidad de producir convulsiones.
Para tratar la fiebre en los niños de forma natural, se pueden seguir las mismas medidas que en el caso de los adultos, añadiendo la importancia de ofrecerles agua u otros líquidos a menudo para evitar la deshidratación.
Una llamada de atención, un síntoma de que nuestro cuerpo está luchando contra algo, pero que no siempre debe alarmarnos. Tan solo hay que dejarla pasar. Pero como te decíamos, hay casos particulares en los que es mejor bajar la fiebre de forma natural desde un principio para evitar sustos, como en el caso de los bebés. Para eso, primero hay que aprender a tomarle correctamente la temperatura para saber si tienen fiebre.