El calor del verano no debe ser tu excusa para dejar de entrenar. Puede que resulte más incómodo porque las altas temperaturas no acompañan, pero la actividad física sigue siendo fundamental para llevar un estilo de vida saludable. Además, hagas o no ejercicio, la mayoría de nosotras vamos a acabar sudando solo por salir a la calle. Entonces, ¿qué más da? ¡Qué nada te frene!
Si te gusta ir al gimnasio puede que te resulte más sencillo porque el calor no será el mismo en un interior que en el exterior. Y no te preocupes si te gusta salir a correr o ir en bicicleta, respirar aire puro también apetece. Simplemente, recuerda protegerte de la exposición solar y de los insectos para no tener las molestas picaduras.
En esta época, cualquier entrenamiento incrementará rápidamente el pulso, la temperatura corporal y el metabolismo. También podrían aparecer problemas de circulación, insolaciones, mareos o náuseas, pero con estos consejos para entrenar en verano nada te detendrá y podrás seguir el ritmo.
Claves para entrenar en verano
En verano, los termómetros se disparan, empezamos a sudar más de la cuenta y, en consecuencia, la prevención y protección de la exposición solar es fundamental para evitar cualquier susto. Si quieres salir a hacer ejercicio, ¡apunta!
Entrenar a primera o a última hora del día
Si en invierno hacemos justamente lo contrario, en pleno verano es imprescindible salir a correr, ir en bicicleta o hacer cualquier tipo de actividad física en las horas en que hay menos sol. Lo ideal es salir a primera hora de la mañana o a última hora del día a hacer ejercicio. Precisamente, es cuando se reduce la exposición solar y las temperaturas son más agradables.
Mantener una buena hidratación
Hacer deporte en verano hace que sudemos más de la cuenta, por lo que debemos hidratarnos lo suficiente para mantener el equilibrio y recuperar todas las sustancias minerales que perdemos. Un consejo muy práctico es tomar líquidos también antes de realizar cualquier actividad, pero sin pasarse porque si no deberás detenerte y repercutirá en tu rendimiento.
Llevar ropa cómoda y funcional
Ya hará suficiente calor como para que se nos enganche la ropa al cuerpo, así que mejor que utilices la que te ofrezca comodidad y te aporte más frescor. Los materiales más recomendados son los transpirables y los que permiten una buena ventilación, así que evita los ceñidos. Y contra más cubras el cuerpo mejor porque estarás más protegida de las picaduras de insectos y de los rayos solares.
Usar protección solar
La exposición al sol es peligrosa si no preparamos nuestra piel y nos protegemos de los rayos UV. Las quemaduras solares suelen ser habituales en esta época por la falta de concienciación sobre los efectos de la sobreexposición solar. No dañes tu piel y utiliza crema solar.
Prevenir las picaduras de insectos
La época más calurosa del año es cuando aparecen también más mosquitos, avispas y otros insectos que se acercan a picarnos y pueden conllevar heridas y molestias en la piel. Aplícate un espray contra las picaduras de insectos y, si es necesario, aplícalo sobre el material deportivo que vayas a utilizar.
Ponerse las gafas de sol
Los rayos ultravioletas pueden causar daños oculares si nos exponemos demasiadas horas al sol. Utilizar gafas de sol deportivas te ayudará a protegerte de este impacto, sobre todo, en el caso de los ojos de tonalidades claras.
Proteger la cabeza
La zona de la cabeza es delicada y es muy importante cubrirla del sol. Utiliza una gorra, un Buff, una visera o cualquier accesorio que pueda protegerla de los rayos ultravioletas. Y, si puedes, refréscate con agua y mójate la cabeza.