¿Sabes cuánta agua consumes realmente? Y no estamos hablando de los litros que ingieres diariamente, por si ya los estabas contando… Nos referimos a la huella hídrica, es decir, al consumo directo e indirecto de agua en el que también entran en juego los procesos de producción y la economía circular.
El agua es un bien escaso y un recurso no renovable que resulta imprescindible para la existencia de la humanidad y de los ecosistemas, razón por la que deberíamos preocuparnos y actuar en consecuencia para reducir su malgasto. En ese sentido, es primordial desarrollar métodos que permitan alargar la vida útil del agua y reducir su contaminación indiscriminada causada por las actividades industriales, comerciales, agrícolas y residenciales. Concretamente, cada español consume hasta 6.700 litros de agua diarios, correspondiendo un 96% al gasto de forma indirecta y un 4% al directo, según el estudio “Gestión del agua, huella hídrica y economía circular” de EAE Business School.
Además, el problema también es medio ambiental, ya que el incremento de las temperaturas globales, a causa del cambio climático, está conllevando a un aumento de la escasez de agua. Cifra que ya se encuentra en un 40% de personas afectadas. El estudio calcula que 1 de cada 4 personas se verá afectada por la escasez de agua en 2050.
Por otro lado, la calidad del agua está disminuyendo debido a las descargas de aguas residuales no tratadas y a las que se tratan inadecuadamente por la industria, en lugar de hacer una gestión eficiente y sostenible. Un factor que nos perjudica directamente, ya que el agua es esencial para mantener una buena hidratación y adquirir los nutrientes necesarios para el desarrollo de las funciones vitales.
La huella hídrica
El consumo de agua directo (para beber, cocinar, bañarse, lavar, limpiar, regar…) e indirecto (el riego y la producción de alimentos, la ropa…) varía sustancialmente en cada país. Estados Unidos, por ejemplo, se sitúa por encima de España con 7.786 litros de agua consumidos, mientras que China queda muy por debajo con tan solo 2.934 litros. Este promedio global de consumo de agua deriva de los procesos de obtención de los productos básicos de primera necesidad.
Aquí tienes algunos ejemplos para que puedas observar y concienciarte de la gran cantidad de agua que requiere cada proceso productivo de la industria:
- Un kg de carne de res = 15.400 litros de agua
- Un kg de café tostado = 18.900 litros de agua
- Un kg de olivas = 3.020 litros de agua
- Un litro de vino = 870 litros de agua
- Una camisa de algodón de 250 gramos = 2.500 litros de agua
- Unos vaqueros de 800 gramos = 8.000 litros de agua
El caso del vino
Francia, Italia y España son los países que más vino producen, con una huella hídrica promedio de 90, 90 y 195 litros de agua por copa de vino, respectivamente. Este dato revela que en España se gasta más del doble de agua que en otros países del Mediterráneo..
La regeneración del agua
La economía circular se centra en reducir el consumo de materias primas y la generación de residuos, mientras pretende reutilizar, reacondicionar y reparar los productos, bienes y servicios previamente usados. Así, mediante este proceso, se pueden reutilizar las aguas residuales.
En España, el gobierno impulsó el desarrollo de tecnologías y procesos de regeneración de aguas residuales. Actualmente, el país está considerado “uno de los grandes líderes en reutilización”, en palabras del autor del estudio, Luis Seguí. Concretamente, un 70% del agua residual se destina al sector agrícola, un 18% al sector ambiental y un 4% al industrial. Y, anualmente, se llegan a depurar hasta 4.100 hm3 de agua en el territorio español.