En Asia, por ejemplo, la belleza se asocia a las pieles claras. Así, las mujeres acostumbran a evitar el sol con sombreros y sombrillas y a utilizar todo tipo de cosméticos que blanquean la piel en vez de poner en valor sus pieles naturales, de tonos más oscuros. Y, mientras tanto, en occidente las mujeres buscan el sol para broncear la piel pues se considera que una piel dorada por el sol es más hermosa. En los dos casos, a menudo llegando a extremos que pueden arriesgar la salud, ya sea por exceso de sol o por usar productos abrasivos para la piel para aclararla.
En varios países africanos, las mujeres gruesas son consideradas las más bellas. En Mauritania incluso se obliga a las niñas a engordar, obligándolas a comer mucho más de lo que necesitan, y de lo que les apetece, porque se cree que, si no lo hacen, no encontrarán marido. Una práctica muy cruel que contrasta con el culto a la delgadez de los países occidentales, en los que parece que la belleza tiene que estar siempre asociada a la delgadez.
Otras tradiciones, como las de las mujeres Kayan en Birmania que adornaban su cuello con varios y pesados collares para alargar el cuello, algo considerado como un signo de belleza y estatus en su cultura, o la costumbre en China de vendar los pies a las niñas, están desapareciendo o ya han desaparecido, pero muestran hasta qué punto la belleza es en gran parte una construcción social.
Si quieres saber más sobre el tema, no te pierdas el especial estereotipos de belleza del número de marzo de la revista Objetivo Bienestar.
¿Cuáles son los estereotipos de belleza en el mundo?
La idea de belleza cambia según las culturas. Una prueba más de que lo que consideramos bello depende en gran medida de la sociedad en la que vivimos.

belleza