Hablar de problemas sexuales es un tabú para muchos hombres. Y más si se trata de una enfermedad tan poco conocida como la curvatura del pene, que produce tanto dolor que dificulta el acto sexual. Te explicamos en qué consiste esta enfermedad, los motivos por los que se produce y qué soluciones existen para curarla.
A pesar de que los trastornos sexuales más habituales entre los hombres son la disfunción eréctil y la eyaculación precoz, también existen otros problemas graves, como es la enfermedad de Peyronie, más conocida como curvatura del pene. Puede aparecer entre los 20 y los 80 años, pero lo más frecuente es que se detecte alrededor de los 50.
¿Qué es la curvatura del pene?
Se trata de la formación de una banda fibrosa en el tejido del pene. Cuando entra en erección, provoca que se desvíe y produzca una línea curva. Es cierto que algunos penes adquieren una erección curva de forma natural, pero en el caso de esta enfermedad la curvatura puede ser más acentuada o provocar dolor. El daño puede hacer que se evite mantener relaciones sexuales o que, en caso de tenerlas, sea difícil mantener la erección.
Según el director del Instituto de Medicina Sexual (IMS), Mariano Roselló, la patología “ocasiona problemas psicológicos como ansiedad o falta de autoestima e incluso dolor coital en los casos en el que la vagina debe de acomodar un pene con un grado de curvatura muy pronunciado”
¿Por qué se produce la corvatura del pene?
En la mayoría de casos se produce por microtraumatismos de los cuerpos cavernosos del pene que suceden durante una relación sexual agresiva. También puede ocurrir por un golpe en la zona genital o por forzar la penetración sin suficiente lubricación.
Existen otros factores que pueden contribuir a desarrollarla, como la predisposición genética, tratamientos con radiaciones por cáncer de próstata o la enfermedad de Dupuytren, que es el engrosamiento de los tejidos bajo la piel de la palma y dedos de las manos.
Cuando los afectados deciden acudir a un especialista, la patología suele estar avanzada porque, aunque los primeros síntomas suelen ser de molestia o dolor, el hombre no suele decidirse a acudir a un especialista. El director médico de Boston Medical Group, el doctor Benítez, aconseja identificar cuanto antes la enfermedad y realizar el tratamiento durante el primer año para encontrar una solución efectiva.
Hay que acudir a un especialista en cuanto se tenga una molestia o sea doloroso practicar el acto sexual. No tratarlo puede afectar no solo fisiológicamente, sino que puede llevar a la frustración e incluso a la depresión
A pesar de esto, existen muchas soluciones posibles para curar o mejorar el normal funcionamiento del órgano masculino.
Tratamiento farmacológico de la curvatura del pene
Consiste en la administración de testosterona, estrógenos, vitamina E o corticoides, pero existe controversia acerca de la eficacia de estos tratamientos ya que no hay un estudio científico que los avale.
El tratamiento más novedoso para curar esta enfermedad es la iontoforesis, la aplicación de un fármaco tópico a través de microcorrientes de baja intensidad y alta energía. Ayuda a quitar el dolor que genera la curvatura del pene al incidir en las placas y acelera los procesos de autocuración de la zona dañada. También la circulación sanguínea y la potencia sexual.
Terapia de tracción
Una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid comprobó como la terapia de tracción del pene era también “efectiva en fase aguda de la enfermedad de Peyronie en términos de reducción del dolor, disminución de la curvatura y mejora de la función sexual”.
Inyecciones de colagenasa
Esta técnica es mínimamente invasiva y consiste en varios ciclos, cada uno de los cuales consta de dos inyecciones separadas entre sí. Tras la segunda inyección, se comienza con los ejercicios de rehabilitación. Pasados unos meses de cada ciclo, se evalúa su resultado y en base a ello se toma la decisión de cómo continuar el tratamiento.
Tres tipos de cirugía
En cuanto a la cirugía, existen tres tipos. “El enderazamiento del pene sin exéresis o extirpación de la placa de fibrosis, la exéresis del tejido fibrótico y enderezamiento y, por último, la exéresis de la fibrosis intracavernosa e implante de pene, para casos en los que la curvatura ha afectado la capacidad de obtener una erección”, explica el doctor Rosselló.