En verano, los termómetros pueden llegar a superar los 30ºC durante el día y, por la noche, la temperatura puede situarse por encima de los 26ºC. Esto conlleva una gran dificultad para descansar e implica un mayor cansancio, más apatía e irritabilidad. Uno de los problemas de las altas temperaturas del ambiente, es que provocan una subida de la temperatura corporal y, en consecuencia, no logramos entrar en un sueño profundo ni podemos alcanzar un sueño reparador. Se estima que la calidad del sueño disminuye a partir de los 26ºC y, a medida que aumenta la temperatura ambiente, la duración de los ciclos del sueño se acorta.
Otro problema que tenemos en verano es que una mayor temperatura corporal hace que el cerebro genere menos melatonina (hormona natural que segrega el cuerpo humano y que actúa como reguladora del sueño), la cual es fundamental para dormir bien. Sin embargo, hay factores externos que regulan la secreción de esta hormona, aunque el principal y más importante es la exposición a la luz y a la oscuridad. Cuando la retina percibe la luz, modula la síntesis de la hormona y ayuda a sincronizar el ritmo circadiano o ritmo biológico; así el cuerpo sabe cuándo debe inducir el sueño.
El ritmo circadiano necesita estímulos externos como la luz, la temperatura o el ruido para mantenerse sincronizado, pero estos ritmos pueden alterarse por hábitos inadecuados como un exceso de luz, temperatura y horarios desestructurados.
Consejos para dormir más y mejor en verano
Preparar la habitación: ventilar antes de ir a dormir y renovar el aire abriendo las ventanas un rato antes de acostarse. Puede usarse un ventilador, es preferible que el aire no nos dé directamente. Puede utilizarse el aire acondicionado a una temperatura adecuada, en torno a los 22ºC, pero nunca dormir bajo el aire directo.
Usar ropa de cama fresca: preferiblemente de algodón porque contribuye a que la piel transpire mejor.
Establecer rutinas: aunque en verano es más complicado, es importante establecer rutinas para ir a dormir, tanto al acostarnos como al levantarnos.
Cena ligera: sopas frías, ensaladas o verdura y evitar alimentos con alto contenido en grasas. Debe tenerse en cuenta que, durante la digestión, el cuerpo aumenta la temperatura para poder trabajar. Aunque no tengamos hambre siempre es recomendable cenar, ya que no hacerlo puede empeorar el sueño porque la sensación de hambre actúa como estimulante y puede provocar el insomnio.
La hora de cenar: cena temprano, al menos 2 horas antes de ir a la cama.
Evitar el alcohol: es importante evitar bebidas excitantes y con alcohol, ya que desencadenan la secreción de cortisol, una hormona del estrés que nos dificultará la conciliación del sueño.
Reducir el tiempo de la siesta: no deberá ser superior a la media hora.
No realizar ejercicio físico intenso antes de acostarse: porque este aumenta la temperatura corporal y activa el cuerpo.
Tomarse una ducha antes de meterse en la cama: preferiblemente con agua tibia para rebajar la temperatura corporal. Es un error pensar que ducharse con agua fría nos ayudará más, ya que el efecto dura poco y la sensación de frescor es solo instantánea.
Dormir sin ropa: cuando se duerme sin ropa el cuerpo esta ventilado y más fresco, por lo que se favorece la liberación de hormonas que regeneran las células de la piel y se combate el envejecimiento.
Los beneficios para la salud de dormir sin ropa
Muchas personas eligen dormir desnudos sin nada de ropa, tanto en invierno como en verano. Este hábito se asocia a la comodidad, pero dormir desnudos también aporta beneficios para nuestra salud.
- Se estimula la producción de la oxitocina, una hormona que aumenta el deseo y la libido, además de las endorfinas, logrando una sensación muy agradable al dormir.
- Ayuda a estimular los encuentros sexuales con nuestra pareja.
- Se reduce el nivel de estrés y ansiedad.
- Se favorece el sueño porque la persona se relaja y, entonces, se puede conciliar mejor el sueño.
- Se libera el flujo sanguíneo del cuerpo produciendo sensaciones de liberación muy placenteras.
- Cuando se activan ciertas hormonas en el cuerpo, se acelera el metabolismo y esto ayuda a bajar de peso. No todas las personas pueden dormir desnudas, ya que si son muy susceptibles al frío lo pasaran muy mal. Pero quienes se sienten a gusto durmiendo desnudos deben saber que es positivo para su salud.
- Cuando se duerme sin ropa, el cuerpo está ventilado y más fresco, por lo que se favorece la liberación de hormonas que regeneran las células de la piel y se combate el envejecimiento.
Vale la pena probar de dormir sin ropa y ver cómo nos sentimos, ya que otorga muchos beneficios para nuestra salud y también para nuestra relación de pareja.