Los Equipos de Protección Individual (EPI) son obligatorios y fundamentales para que muchos profesionales puedan desarrollar su trabajo con garantías. La función principal de los EPI es proteger la vida de los trabajadores ante cualquier tipo de peligro, por complejo que sea.
¿Cómo se clasifican los EPI?
Los EPI se clasifican según “el nivel de riesgos frente al que el EPI ofrecerá protección”. Existen tres grandes categorías y a mayor categoría, más grande es la magnitud del riesgo al que los EPI hacen frente.
Los EPI de categoría I sirven para proteger frente a riesgos leves o bajos. Los EPI de categoría II protegen frente a vicisitudes medianas y suelen tener un diseño más complejo que los EPI de categoría I. Los EPI de categoría III tienen un diseño complejo y suelen proteger ante peligros mortales o que pueden dañar de forma irreversible nuestra salud.
En esta última categoría se encuentran los EPI que protegen a todos los sanitarios que estas semanas están intentando contener la pandemia. Si quieres profundizar un poco más acerca de las diferentes categorías, puedes leer este artículo.
¿Cómo son los EPI del personal sanitario?
Ya hemos visto que pertenecen a la categoría III. Aquí se engloban todos aquellos dispositivos de protección diseñados y fabricados para protegerse contra caídas desde una altura considerable y todos los equipos de protección respiratoria que están destinados a proteger a su usuario contra aerosoles sólidos y líquidos o contra gases.
Veamos uno a uno los diferentes componentes del equipo de protección individual recomendados para la protección frente al nuevo coronavirus SARS-COV-2: