Elsa Anka lleva toda una vida cuidándose. Primero, casi por casualidad, y ahora, con firme convencimiento y conocimiento. Pasados los 50, esta modelo, presentadora y actriz, es un auténtico referente para muchas mujeres tanto jóvenes como más maduras, que admiran su forma de afrontar la vida y de sacarse partido. Y no solo a nivel físico, sino también a nivel mental y emocional.
Después de haber sido una maravillosa maestra de ceremonias en la VI edición de los Premios Objetivo Bienestar, en OB damos la bienvenida a Elsa como nueva colaboradora mensual de la revista digital. A partir de esta primavera, publicará con nosotras un artículo de opinión al mes desde el que compartirá su interesante experiencia en distintos ámbitos relacionados con la salud, el bienestar y el autocuidado, para seguir inspirándonos.
Esta es la entrevista de presentación para que la conozcas un poco más de cerca.
¿Te consideras una amante del bienestar y de la salud natural?
Toda la vida he estado enamorada del estilo de vida saludable, y siempre me lo he pasado bien, pero sin sentir esta necesidad de excederme y desbocarme. Sin saberlo, y ya de muy joven, me sentía atraída por eso. Desde muy pequeña, sentía mucha admiración por los cuerpos atléticos y tonificados, me parecía fascinante por el poder que les otorgaba.
Aunque, en ese momento, no fueran el referente de belleza…
¡Para nada! Las mujeres atléticas eran consideradas menos femeninas, pero a mi me parecían mujeres poderosas. De hecho, me hubiera encantado ser deportista olímpica, creo que hubiera hecho gimnasia artística porque me atraía muchísimo.
Me hubiera encantado ser deportista olímpica
Pero entraste en el mundo de la moda.
Sí, parecía que encajaba con esa profesión. En ese momento, empecé a preocuparme un poco más por la estética, porque parecía que incluso estaba demasiado gorda. Y, en esa época, la presión por el cuerpo extremadamente delgado era bestial. Mi profesión me parecía interesante y divertida pero las exigencias de tallas de la pasarela parisina eran demasiado para mí. Así que volví a casa y, aunque París no pudo ser mi mercado, sí lo fue Alemania, donde buscaban modelos un poco más robustas con las que encajaba más. Así que siempre he estado un poco en conflicto con mi físico, porque nunca he encajado del todo…
¿Y ahora?
Ahora ya está superado. Creo que cuando ya empiezas a hacer carrera pública y a ser conocida con nombres y apellidos, te permites más ser tú misma. Siempre sientes la presión social de lo que está bien y lo que está mal, con ese tópico de que siendo más delgada serás más elegante, pero ya no me afecta igual.

¿Cómo se enfoca el paso del tiempo cuando tu trabajo depende tanto de tu apariencia física?
Esto me ha producido más angustia controlada al empezar la menopausia, pero no antes. Yo creo que todo lo que hice antes fue una gran inversión. En realidad, siento que tampoco tiene demasiado mérito porque se trata de una creencia mía, de un estilo de vida, pero yo con 20 años me cuidaba porque me apetecía hacerlo.
Cuando llegué a los 40, en todas las entrevistas me preguntaban cómo lo hacía para conservarme tan bien, pero no se me ocurría nada concreto, creo que fue fruto de los buenos hábitos a lo largo del tiempo.
Una de las claves fue entrar en la menopausia con un peso adecuado
¿Y con la menopausia?
Bueno, yo veía a mi alrededor que las mujeres lo vivían de manera muy trágica, como un duelo. Pero uno de los especialistas médicos a los que tengo más confianza me dijo que la primera clave era entrar en la menopausia en mi peso, porque luego sería muy difícil volver atrás. Así que lo mejor es hacer prevención, porque más allá del miedo que te pueda producir el cambio físico, existen muchas herramientas que nos permiten continuar de manera muy similar a cómo estábamos de más jóvenes, y con mucho mejor estado de salud global.
Porque no estamos hablando de una cuestión puramente física. Si no nos cuidamos a conciencia, todos estos cambios pueden propiciar problemas de salud. Y no hay nada de frívolo con todo eso.
Pero, a partir de los 40, muchas mujeres dejan de cuidarse.
Cuando somos madres, muchas veces nos dedicamos en cuerpo y alma a la crianza, y muchas veces entramos en un punto de abandono y sedentarismo. Y parece que no vuelves a mirarte al espejo hasta pasados unos años. Y algo similar ocurre también con las parejas estables de largo recorrido.
Pero también es cierto que, cuando entramos en la menopausia, solemos hacerlo en un punto muy vital de nuestras vidas, en el que estamos trabajando mucho o bien empezamos una nueva relación, de manera que parece que empecemos una segunda vida. Así que conviene aprender a aprovechar esta etapa.
Pero tu has tenido una menopausia muy plácida, ¿no?
Así es. Y me da un poco de vergüenza decirlo, porque no es ningún mérito. Yo no he tenido sofocos ni muchos otros síntomas que he visto en muchas de mis amigas, y los médicos siempre me dicen que es porque, de manera natural, he hecho una buena prevención. Y, cuanto mayor información, menor sintomatología.
Sí es cierto que el metabolismo ahora me ha cambiado, y si antes no comía una noche, por la mañana podía pesar un quilo menos. Ahora esto no me pasa.
Parece que estar operada sea un insulto, cuando puede ser algo muy gratificante

Hablemos de medicina estética. ¿Crees que sigue siendo un tabú?
Creo que somos una sociedad muy castigadora en este sentido. Parece que estar operada sea un insulto, algo que tienes que ocultar. Yo creo que la cirugía estética es una gran herramienta, porque hay gente muy acomplejada que sale empoderada de una operación, y me duele que esto la gente no logre entenderlo. Porque esta persona deja de ocultarse, y esto me parece muy gratificante. Además, es crucial ponernos en manos de un cirujano estético honesto, que sepa guiarnos y decirnos dónde está el límite.
Aún así, no es nada ni mucho menos obligatorio, así que no tiene sentido hacerlo si se tiene algún tipo de miedo.
Eres muy exigente con tu alimentación. Explícanos cómo comes.
Creo que en el último año ha cambiado todavía un poco más. Ahora soy más consciente y evito los ultra procesados y los azúcares, pero no siento que esté haciendo una dieta restrictiva. Hago dieta baja en hidratos de carbono porque siento que es lo que me va mejor, pero no me siento esclava de ello.
Hago dieta baja en hidratos de carbono porque siento que es lo que me va mejor, pero no me siento esclava de ello
Porque no lo vives como una renuncia…
Claro, esta es la clave. Lo hago porque ni me apetece comer azúcar, porque sé que no me sienta bien.
¿Qué hay de los suplementos nutricionales?
¡Yo soy una pastillera natural! (Ríe). Tomo omega-3, un imprescindible para combatir la inflamación, antioxidantes para luchar contra los radicales libres, calcio y vitamina D. Pero no tomo siempre lo mismo, lo hago de acuerdo con varios profesionales que me aconsejan, como una naturópata o una ginecóloga con visión integrativa. Es vital tener una mirada amplia, y en conjunto.
¿Te sientes un bicho raro?
Bueno, parece que la sociedad acepta más abandonarse que cuidarse. ¡Y no tiene sentido!
Eres la madre de Lidia Torrent, y a menudo os comparan mucho a madre e hija. ¿Te molesta?
Hay gente muy desagradable. Entiendo que a veces quieren hacer un piropo o no hay ninguna mala intención detrás, pero no todo el mundo tiene suficiente sensibilidad para entender que, según qué comentarios, no son un halago para mí. Por ejemplo, las comparaciones de “a mí me gusta más la madre” me hacen competir con mi hija. Y yo no quiero competir con ella, al contrario, quiero que me supere en todo. Y, de hecho, esto ya lo ha hecho. En alta, en guapa, en lista, en lo profesional, etc.
Yo no quiero competir con mi hija, al contrario, quiero que me supere en todo
Esta semana celebramos el Día Internacional de la Mujer. ¿Te consideras feminista?
Yo soy la feminista que no encuentra en cualquier hombre un enemigo, porque a veces nos vamos a este extremo. Por supuesto queda mucho por hacer, como igualar sueldos, condiciones laborales, etc. Pero a mis dos hijos he intentado educarlos en el feminismo, con el mismo reparto de tareas entre hijo e hija, por ejemplo.
Presentaste la última gala de los Premios OB dedicada a la sostenibilidad, y aseguraste sentirte muy identificada con nuestro enfoque. ¿Eres una ecowarrior?
Creo que ha habido un gran despertar con todo eso. Antes, hace treinta años, yo era una cosa rara porque reciclaba, pero me parece un gran paso que deberíamos haber hecho mucho antes.