Llegar a casa después de pasar muchas horas de pie, especialmente en un día caluroso, y comprobar que los tobillos están irreconocibles: hinchados, pesados y ligeramente enrojecidos. Es el síntoma más evidente de que la circulación sanguínea no está funcionando como debería.
Pero hay más: calambres, hormigueo y las tan reconocibles varices o las arañitas o capilares (telangiectasias), superficiales, finas y de color rojo. “En verano se me hinchan las manos y los pies, hasta el punto de que las sortijas y zapatos ajustados que me caben perfectamente por la mañana no me entran por la tarde; luego, además, están las varices” cuenta Luisa, de 52 años, que arrastra problemas circulatorios desde que era muy joven.
Es algo que a muchas mujeres les es familiar porque la enfermedad o insuficiencia venosa tiene una clara vinculación con las hormonas –la progesterona y los estrógenos– y con los embarazos. “El 40% de las embarazadas acaba desarrollando en un grado u otro una insuficiencia venosa que, en muchos casos, es reversible”, detalla Rodrigo Rial, cirujano vascular y vocal del Capítulo Español de Flebología.
Ejercicio, fibra y agua para una mejor circulación
A mayor peso, más difícil será la circulación. Por lo tanto, es básico hacer ejercicio a diario y evitar, en la medida que el trabajo lo permita, pasar muchas horas de pie. “Muchas personas tienen síntomas ocupacionales porque pasan muchas horas de pie. Me llama la atención que se acostumbran y conviven a diario con ese dolor en las piernas y cuando empiezan a usar medias de compresión les desaparece y se dan cuenta de que convivían con molestias continuas”, explica el Dr. Rial que aconseja evitar el estreñimiento, beber agua, seguir una dieta abundante en fibra y en frutos ricos en flavonoides como fresas, moras y arándanos.
Masajes contra las piernas cansadas
Para las piernas cansadas, hinchadas o pesadas es bueno aplicarse crema o aceite de oliva o de almendras que ayude a activar la circulación y hacer masajes de abajo a arriba. Un buen truco es meter la crema en la nevera y hacerse el masaje con la crema bien fresquita. Es barato y efectivo. Para hacerlo, puedes utilizar, por ejemplo, FisioVen Biogel de Aboca o el gel crema para piernas cansadas de Pranarôm.
De la misma manera, los baños con agua tibia y con sal también te aliviarán.
Además, estos son algunos hábitos que deberías priorizar o evitar si tienes mala circulación en las extremidades inferiores.