A nadie le gusta hablar de la salud de su ano, pero la divulgación de una correcta higiene es importante porque debemos integrarlo como si de un hábito de vida saludable se tratara.
A pesar de lo que hemos comentado en nuestra introducción, por supuesto existen personas que no soportan la idea de tener un esfínter sucio y hacen todo lo posible para mantenerlo impecable y limpio, usando grandes cantidades de papel higiénico y lavando vigorosamente el espacio, especialmente después de defecar.
Evita la limpieza excesiva del ano
Pero mucho cuidado, la limpieza excesiva de esta parte del cuerpo provoca irritación y enfermedades. La piel del ano es muy fina, similar a la de los labios, y esta área no debe someterse a nada que la piel no pueda soportar. Esto quiere decir que, así como cuidas o tienes una rutina de higiene de tu boca, deberías de igual manera tenerla para esta zona.
Limpiarse excesivamente es tentador, pero podría causar pequeños cortes, fisuras y condiciones dolorosas como hemorroides o abscesos anales, que provocan sus propios problemas, como sangrado, picazón y malestar. Las hemorroides, de hecho, agravan estas situaciones.

Descarta perfumes y fragancias
Los jabones y algunos limpiadores tradicionales son demasiado duros para aplicarlos directamente, especialmente si se combinan con el acto brusco de restregar.
Adicionalmente, muchos productos de cuidado personal tienen fragancias y otros aditivos que irritan la superficie de esta parte de tu cuerpo. Tener un manejo erróneo de las prácticas de limpieza de esta zona pueden romper la frágil piel que sirve como barrera efectiva para protegernos de las bacterias, dejando entrar microbios a los tejidos y provocando irritación.
Así pues, olvídate de usar perfumes, colonias, fragancias e incluso esencias de frutas para ocuparte de esta parte de tu cuerpo.
Lávate las manos tantas veces como sea necesario
Sin duda, limpiarse bien y lavarse las manos después de ir al baño son las dos formas más efectivas para prevenir el mal olor y la propagación de bacterias patógenas; es decir, causantes de enfermedades. Además, una higiene anal incorrecta podria generar ciertos problemas en tu salud como infecciones urinarias.
La cistitis, en el caso de las mujeres, es una infección urinaria que se produce por contaminación fecal. Una deficiencia en la limpieza del ano conlleva que los gérmenes se desplacen desde el recto hasta la zona vaginal, implicando una colonización bacteriana en la vagina, la uretra y la vejiga.
Para evitar que los residuos de excrementos se cuelen por la vagina, conviene limpiar siempre de adelante hacia atrás, nunca al revés, porque así evitarás que las heces entren en contacto con tu zona íntima.

5 maneras de reducir el riesgo de sufrir una infección de orina si tienes relaciones sexuales
Además, muchos casos de prurito en esta área se deben a problemas de higiene anal, que afectan tanto a hombres como a mujeres. Una limpieza insuficiente deja heces y restos de sudor en la piel perianal generando picor en esta zona.
Este ardor empeora habitualmente durante la noche o después de defecar, y rascarse genera más irritación o empeora el comezón en vez de aliviarlo. Usar tus uñas para sentir alivio puede acabar haciéndole daño a tu piel y generar, con el tiempo, alguna infección más grave.
Nuestra manos y uñas son las primeras en entrar en contacto con cualquier otra superficie o zona de piel de nuestro cuerpo. Limpiarlas entre tres y cinco veces al día reduce drásticamente el riesgo de infección, inflamación o alteraciones de la flora bacteriana.

Consejos básicos para la higiene anal
Teniendo en cuenta toda esta información, te dejamos algunos consejos muy sencillos para que apliques en tu día a día:
- Algunas personas están convencidas de que pueden limpiarse mientras están de pie, lo cual no es correcto.
Cuando te pones de pie, tus nalgas se presionan entre sí, lo que te impide tener acceso completo a la zona. Por lo tanto, lo primero es adoptar una postura adecuada antes de iniciar el proceso de limpieza: siéntate en la taza del váter o ponte de cuclillas, porque será siempre más efectivo que intentar asearse de pie.
- La mejor técnica para limpiar esta zona es con el agua que sale de nuestros grifos.
Esta eliminará fácilmente cualquier partícula sin causar abrasiones ni irritación. Las uñas y otros materiales, como el papel higiénico muy rugoso, deben mantenerse alejados.
- Entre las rutinas de la ducha o de ir al baño, recurrir a toallitas húmedas desechables para bebés es una opción.
Eso sí, asegúrate de que no tengan perfume ni aditivos como el alcohol y no las uses en exceso, ya que puedes llegar a eliminar microorganismos que ayudan al equilibrio y regulación naturales de los ecosistemas bacterianos de la piel.
- La humedad es enemiga del cuidado de tu salud anal.
Presta atención después de ducharte o al salir del mar o de la piscina, cuando tu zona anal se encuentra completamente mojada. Si no te secas por completo, la humedad se queda dentro de esta zona, y como no tiene ventilación natural, no se seca, por lo que puede originar infecciones bacterianas y hongos, dermatitis, erupciones y microdesgarros. Así que sécate bien con tu toalla o facilita que la piel se seque al aire libre después del baño.
- Una adecuada higiene comienza en la adopción de unos adecuados hábitos alimentarios.
Una alimentación equilibrada con un alto aporte de frutas, verduras y fibra beneficiará a tu sistema digestivo y a tu tracto intestinal, hecho que prevendrá el estreñimiento. Unas heces bien formadas evitarán también que debamos limpiarnos de forma excesiva.
- Asimismo, beber suficiente líquido sin alcohol ayudará a ablandar las heces, facilitará su evacuación y tu cuerpo se mantendrá hidratado durante más tiempo.
Resulta más fácil mantener la zona anal limpia si las heces se encuentran bien hidratadas, turgentes, porque tanto al papel higiénico como a las toallitas húmedas les resultará más sencillo arrastrar los restos que pudieran encontrar.
Ten en cuenta todos estos consejos para una correcta limpieza e higiene de tu ano, pero recuerda que si también quieres cuidarlo por fuera, también puedes hacer ejercicios para tener un culo de 10, y así unir hábitos saludables por dentro y por fuera.