La gran mayoría de los artículos que encontrarás en Internet ponen el foco en la higiene íntima femenina dando por hecho que de la del hombre no es necesario hablar.
Sin embargo, la higiene genital masculina es igual de importante: no mantener la zona limpia puede acarrearte no solo algunas molestias, sino también enfermedades y problemas de salud que pueden resultar muy incómodos y son, además, perfectamente evitables.
Las principales consecuencias de una inadecuada higiene genital en el hombre son:
- Picores. Pueden ser puntuales y situarse en un lugar muy concreto del pene, el vello púbico o el escroto. Es necesario prestar atención si la comezón persiste más de dos días, pues podría tratarse de una afección mayor. En caso de duda, ya sabes, acude al médico.
- Mal olor. El hedor es el principal efecto de la falta de higiene. Es el resultado de la acumulación de bacterias, sudor y células muertas de la piel. La unión de estos tres componentes provoca el caldo de cultivo, nunca mejor dicho, para que aparezca un olor muy desagradable. Aunque no tiene consecuencias para la salud, sí es cierto que puede generar rechazo en nuestras parejas sexuales.
- Esmegma en exceso. El esmegma es una secreción natural del cuerpo que actúa como lubricante del pene. Se compone de células muertas de la piel, secreciones de la próstata, células blancas de la sangre y hormonas sexuales. Si no se retira del pene origina una masa blanquecina de olor insoportable. Tener esmegma en el pene es sinónimo de falta de higiene, y la peor carta de presentación posible.
- Irritación. La falta de higiene puede provocar la irritación de la piel por un exceso de bacterias.
- Balanopostitis. Es una enfermedad. Consiste en la inflamación del glande, que se produce habitualmente porque está sucio. Puede ocurrir, por ejemplo, cuando resulta complicado retraer la piel del prepucio.
Mantener una correcta higiene de nuestros genitales, llevando a cabo hábitos saludables, es muy sencillo: