El móvil se ha convertido en una extensión de nuestra mano. En el trabajo, en casa, en clase, en el transporte público, de vacaciones y, en definitiva, donde sea y cuando sea: siempre lo llevamos con nosotros, y no dudamos en volver a casa si nos lo olvidamos (aunque raramente nos ocurra).
Lo cierto es que cada vez somos más dependientes del móvil. Es lo primero que consultamos al despertarnos y lo último que miramos antes de dormir. Si no lo hacemos, tenemos la sensación de que podemos estar perdiéndonos algo importante o que, quizás, alguien nos necesita y no podremos ayudarle.
Tenemos claras las ventajas del uso del móvil: nos permite conectarnos con quien sea, donde sea y cuando sea. Además, podemos estar al corriente de lo que pasa en cualquier lugar del mundo a tiempo real. Y, cómo no, nos permite ver a nuestros amigos y familiares y sentirlos cerca, incluso cuando nos encontramos en una pandemia mundial que nos limita el contacto físico.
Son muchos los beneficios del uso de la tecnología y el teléfono móvil. Lo importante, y que a menudo olvidamos, es que debemos usarlo con moderación. No, no pasará nada si lo apagamos durante unas horas, y nada es tan importante como para que debamos tenerlo encendido las veinticuatro horas del día.
Miedo a estar sin el móvil
En este sentido, y si sentimos que se nos hace imposible despegarnos de nuestro smartphone, es posible que suframos de nomofobia, un concepto definido como el miedo a permanecer un intervalo de tiempo sin el móvil.
A nivel nacional, los datos son preocupantes: según un estudio realizado por Rastreator, los españoles dedican, de media, 4,1 horas diarias a su móvil, una cifra que asciende hasta las 6,43 horas en el caso de los jóvenes. Como consecuencia, se estima que en España hay 7,3 millones de personas adictas a su teléfono móvil.
¿Cómo puedo saber si padezco de nomofobia? Como explican desde Sanitas, una persona que sufre de nomofobia es fácilmente reconocible porque:
- Consulta constantemente el móvil para ver si ha recibido algún mensaje o notificación
- Pierde horas de sueño y descanso para sumergirse en las redes sociales
- Es reticente a ir a sitios donde no haya cobertura
- No apaga el móvil en ningún momento, ni siquiera por la noche
- Siempre necesita localizar un enchufe para cargar el móvil en caso de que se quede sin batería
Cómo superar la adicción al móvil
Si nos encontramos en esta situación, debemos saber que es reversible: con ayuda, se puede superar para volver a disfrutar del tiempo y conexión con uno mismo y con nuestros seres queridos sin estar pendientes de los dispositivos digitales. En este sentido, el director del centro de psicología y crecimiento personal Emotium, Gonzalo J. Sánchez, propone unas claves para sobrellevar esta dependencia: