¡Nos encanta la primavera! Pero, a esta estación que nos aporta tanta alegría, energía y felicidad, le acompañan también algunos molestos inconvenientes. Uno de los más típicos es la aparición de numerosas alergias estacionales y, entre ellas, la tan temida alergia al polen que puede hacernos la vida al exterior un poco más difícil e incómoda…
Y es que, el precioso proceso de floración tiene como contrapartida el aumento de partículas volátiles en el entorno que pueden provocarnos una reacción inmunitaria exagerada después de que estas sustancias entren en contacto con nuestro organismo por vía respiratoria o por los ojos.
Síntomas y causas de la alergia al polen
Este tipo de alergia se manifiesta a través de síntomas como el picor y enrojecimiento ocular, los estornudos, la secreción nasal o los ojos lacrimosos. Y, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), ya son uno de cada cuatro españoles los que se ven afectados por ello.
El creciente número de casos de personas que padecen alergia al polen parece venir en aumento por distintos motivos: desde el incremento de la contaminación ambiental, a la subida de temperaturas provocada por el cambio climático o, incluso, a más desequilibrios en nuestra microbiota intestinal.
7 consejos para aliviar la alergia primaveral
Sea como sea, y más allá de los factores ambientales que no podemos cambiar, sí podemos poner en práctica algunas sencillas medidas para reducir los síntomas de la alergia o bien para reducir las probabilidades de generarla. Además de ellos, no olvides que, si sufres un cuadro grave, tu médico podrá recomendarte tratamientos farmacológicos efectivos adecuados a tu caso particular.