¿La digestión son los padres?

En realidad, explican los especialistas, lo que llamamos corte de digestión es un shock térmico que se produce cuando sufrimos un cambio brusco de temperatura. Si llevamos mucho tiempo al sol y nos tiramos de golpe a un agua muy fría el cuerpo puede sufrir un impacto y ello puede provocar síntomas como mareos, náuseas o incluso pérdida de conocimiento, lo cual es especialmente peligroso si estamos dentro del agua.

Pero, ¿qué tiene que ver con la digestión? Pues que al hacer la digestión gran parte de la sangre está en el estómago con lo que el cuerpo tiene menor rapidez de reacción para adaptarse al cambio de temperatura y el shock térmico es más probable. Por ello es básico entrar en el agua lentamente, refrescándonos la cabeza y la nuca antes de sumergirnos y, por supuesto, salir inmediatamente si sentimos algún síntoma de mareo.

También evitar las comidas muy copiosas si vamos a pasar la tarde en el agua. Para los más pequeños, esperar entre una hora y media o dos horas puede ser una manera de evitar sustos, especialmente si van a bañarse en un sitio en el que el agua está muy fría, como en los ríos o en el océano. También procurar que no pasen mucho rato jugando a pleno sol, ponerles una gorra y procurar que no se acaloren demasiado antes de meterse en el agua para que la diferencia de temperatura no sea tan grande.